LAKERS 108-MAVERICKS 95

LeBron James reina y los Lakers desconectan a Luka Doncic

Mal partido del esloveno en el Staples y recital en la dirección de un LeBron que hoy cumple 35 años. Triunfo muy claro de los angelinos, otra vez con buen tono.

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En su partido 100 en la NBA, y un día después de su exhibición en la Bahía contra los Warriors, Luka Doncic tuvo una mala noche en el Staples Center, donde se había lucido en su última visita (100-114) para jugar contra unos Lakers que se vengaron (108-95) en un triunfo con aroma a paliza, aunque el marcador final no fuera escandaloso, y que están 2-1 en el duelo particular contra los emergentes Mavs. Y 26-7, otra vez estables gracias a dos triunfos seguidos en dos partidos difíciles en back to back (el sábado ganaron en Portland) y al frente de un Oeste en el que los Mavericks suman 11 derrotas (21-11), las mismas que Rockets y Clippers y dos más que los Nuggets.

LeBron, que cumple hoy 35 años, se convirtió en el noveno jugador de la historia con más de 9.000 asistencias repartidas. Alcanzó ese hito en una noche en la que sin anotar mucho (3/10 en tiros, un par de triples en la segunda parte, 13 puntos), gobernó totalmente el partido, propulsando el ataque de su equipo hasta irse a 13 asistencias con solo dos balones perdidos. En estos dos partidos tras su mal día ante los Clippers, ha enlazado 29 asistencias con solo 3 pérdidas. Y lo Lakers han recuperado el tono con, otra vez, una muy buena defensa y, otra vez, aportación de unos secundarios que parecían fundirse a medida que avanzaba diciembre. Los Mavericks se llevaron un 54-32 en puntos en la pintura. Y entre Anthony Davis (23 puntos, 9 rebotes), JaVale McGee (11+5) y un Dwight Howard demoledor por encima del aro en el primer tiempo (15+3) firmaron un 19/26 en tiros.

Desprotegidos atrás, los Mavericks estuvieron siempre lejos desde un 35-31 al que siguió un parcial de 12-2; tocaron fondo en el tercer cuarto (70-53) e intercambiaron canastas y fallos, de todo un poco los dos equipos, en un último en el que ya estaba todo el asunto ventilado. En los Lakers jugó otro excelente partido Kentavious Calwell-Pope. El escolta, objeto de burlas incluso por parte del público del Staples (que coreaba con sorna sus escasas canastas en los primeros partidos de la temporada) es ahora mismo uno de los jugadores más importantes de la rotación de Frank Vogel: defiende, se equivoca muy poco y ha cogido una confianza letal en los triples desde los laterales. Esta vez, KCP anotó 19 puntos con un 4/5 desde la línea de tres y una química cada vez mayor en los quintetos con LeBron y Davis. Kuzma, en cambio y tras su buen partido en Portland, defendió bien pero se quedó si anotar y falló siete tiros. Esa irregularidad puede acabar siendo fatal para unos Lakers que necesitan flujo de puntos y focos de amenaza en su ataque para liberar la mejor versión de sus dos mega estrellas.

Los Mavericks perdieron sin remisión, se quedaron sin Tim Hardaway Jr (lesión muscular en el primer cuarto) y no dieron nuca sensación de estar del todo en el partido. El mejor ataque de la NBA se quedó en 95 puntos, 46 menos que unas horas antes en San Francisco y con un horrible 36% en tiros que era un 30,4% en su primer tiempo de menos anotación (43 puntos) de toda la temporada. En la segunda parte, su única propuesta fue tirar triples, y hasta eso lo hicieron mal: 13/43 con un 0/6 para Doncic, que jugó uno de sus peores partidos de la temporada y acabó con 19 puntos (un poquito de maquilaje al final), 4 rebotes, 7 asistencias, un 5/14 en tiros y seis pérdidas. Muy por debajo de su nivel, sin lucidez en ataque, sin acierto en las jugadas individuales y magullado por un golpe en la espalda tras una dura falta de Howard antes del descanso. El esloveno no pudo esta vez robar el cetro al Rey LeBron, que cumple hoy 35 años con los Lakers al frente del Oeste tras superar su primer gran bache de la temporada.