Los Sixers (22-10) siguen retomando el buen camino y llegan con buenas sensaciones al tremendo duelo de Navidad con los Bucks. En Detroit, los de Brett Brown aprovecharon la tonelada de desgracias que está mortificando a los Pistons (109-125), un equipo que ha enlazado cinco derrotas (11-20) y que ahora mismo está totalmente perdido, lastrado (por encima de todo) por su terrible mala suerte con las lesiones. Eso sí, la vida es más fácil cuando Tobias Harris juega al nivel su contrato de súper estrella (35 puntos, 7 rebotes) y Korkmaz aporta puntos desde un banquillo muy cuetionado (21, el tope de su carrera). Ben Simmons, concentrado como distribuidor, acabó con 16 puntos, 13 rebotes y 17 asistencias, su techo en este último apartado y un gran partido en la dirección para un equipo que se fue a 33 asistencias con solo 12 pérdidas. Si su ataque está a ese nivel, los Sixers son muy, moy difíciles de batir. A ver contra los Bucks, un rival de una entidad muy superior...

Pero es que esta vez tenían enfrente a unos lastimosos Pistons que son ahora mismo una montaña de problemas. Llevan trece quintetos distintos en lo que va de temporada, todavía no hay rastro de Reggie Jackson y, sin él, lo más parecido que ha habido a una unidad titular (Brown, Kennard, Snell, Griffin, Drummond) está 4-3 esta temporada. Quizá un vistazo de lo que podrían se las cosas en un escenario mejor. Pero el que caso es que Blake Griffin, que entra y sale del equipo, sigue con evidentes problemas (8 puntos, 2/14 en tiros, 0/6 en triples) y esta vez formó en un quinteto extrañísimo con Snell, Fraziers, Mykhailiuk y Maker. Andre Drummond salió desde el banquillo (27 puntos, 9 rebotes) después de algo más de ocho minutos de primer cuarto, una medida de disciplina por su ausenica en la sesión de tiro matinal. LLevaba 520 partidos seguidos como titular tras 50 suplencias en su año rookie. Sin la defensa de Brown ni el ataque de Kennard, los Pistons están para todavía menos trotes, no digamos para plantar cara a una buena versión de los Sixers.

Los Raptors rozan otra victoria épica

En Indiana, los Pacers ganaron a los Raptors (120-115) en duelo de equipo durísimos que estarán en playoffs y darán muchos problemas allí a los que tengan que eliminarles (Bucks, Celtics, Sixers, ¿Heat?...). El partido se resolvió en la prórroga, con cuatro titulares por encima de 40 minutos en unos Raptors agotados, en back to back tras su heroica remontada a los Mavericks y con partido mañana, en Navidad y en Boston. Sin respiro y con bajas decisivas (Pascal Siakam, Marc Gasol) los Raptors casi firman otro triunfo épico tras remontar 15 puntos en la áspera pista de los Pacers. Pero Kyle Lowry se quedó sin gasolina (2 de sus 30 puntos en la prórroga) mientras emergía Aaron Holiday, el hermano de Jrue y Justin, que anotó dos triples en el tramo final del tiempo extra para inclinar la victoria. Acabó, titular en lugar del lesionado Malcolm Brogdon, con 19 puntos y 10 asistencias. Buen partido de TJ Warrren (24 puntos), Myles Turner (24 y 5/6 en triples) y el infaltable Sabonis (12+17) ante unos Raptors en los que VanVleet sumó 21 puntos y 11 asistencias e Ibaka 23 y 9 rebotes.