Los Cleveland Cavaliers, uno de los cinco peores equipos de la NBA esta temporada, se tomaron un pequeño respiro después de múltiples caídas. Vencieron a los Spurs (109-122) en San Antonio por primera vez desde el 12 de marzo de 2015 y rompieron una racha de ocho derrotas consecutivas. Esta fue su segunda victoria en los últimos 16 encuentros. Una losa muy dura que rompió Kevin Love con su mejor encuentro de lo que llevamos de curso con 30 puntos. También añadió 17 rebotes y descerrajó el triple que llevó el duelo a la prórroga. En el tiempo extra, el parcial 6-14 a favor de los visitantes desniveló definitivamente el choque.

Love firmó su actuación más sobresaliente desde el 23 de febrero, cuando anotó 32 tantos frente a Memphis Grizzlies, y en medio de una tormenta de rumores sobre su salida de los Cavaliers. Según Adrian Wojnarowski y Shams Charania, Cleveland le ha puesto el cartel de transferible y el ala-pívot ha hablado: es infeliz en la franquicia y con su entrenador, John Beilein, y quiere acabar en un aspirante al anillo. Portland Trail Blazers parece su opción más apetecible, pero por el momento deberá seguir remando en este conjunto.

Por su parte, los Spurs vuelven a quebrarse. Tras dos muy buenas victorias frente a Houston Rockets y a Sacramento Kings, San Antonio cayó y ve, de nuevo, un poco más lejos alcanzar su 23ª aparición en los playoffs, una cifra que ningún otro equipo en la historia de la NBA ha logrado antes. Sin embargo, es muy complicado, pero nunca se sabe. Son los Spurs de Gregg Popovich y darles por muertos antes de tiempo es un insulto a la inteligencia.