El Bilbao, sin Rousselle ni Sulej para la difícil visita al Burgos
Están lesionados. Brown pasará al uno y tendrán que asumir más protagonismo desde el escolta Rafa Martínez y Rigo. Mumbrú vivió su último partido como jugador profesional en el Coliseum hace un año y medio, y agradece la ovación.
Si el Bilbao Basket se relamía por las ausencias de tres jugadores del Andorra el pasado sábado en Miribilla (que a la postre no impidieron la victoria del conjunto del Principado), ahora la flecha de la enfermería apunta a su cabeza. Nada menos que dos titulares se caen del importante compromiso de mañana en Burgos, una vez que los 'hombres de negro' acumulan tres derrotas seguidas. Rousselle, el base titular, tiene una rotura muscular y deja los trastos en manos de Schreiner, que regresa a una pista en la que le quieren mucho, y Brown recuperará sus tiempos pasados como director de orquesta. Viaja el joven Miguel Ruiz (17 años). Hay que reajustar toda la rotación del perímetro, ya que Rafa Martínez tendrá que acaparar más minutos y protagonismo ofensivo y Rigo contará con una superior presencia; habitualmente recolectaba segundos muy contados. En todo caso, mal negocio pensando en taponar a jugadores como Fitipaldo y Bassas, o en bajar la producción ofensiva del escolta McFadden. Y vienen curvas, rivales directos como Betis, Murcia y Estudiantes. También se cae Sulejmanovic, el termómetro en cuanto a la intensidad defensiva del grupo, en este caso por un golpe en la mano izquierda, así que le toca correr posición a Cruz y dar todo lo que tenga junto con Kulboka. Además, esta semana no se han podido ejercitar Lammers, ni Brown ni Schreiner, pero podrá actuar. El Burgos tiene 13 fichas y un jugador solo para la Champions, el cubano Rivero.
Rousselle se hace a un lado entre dos y tres semanas. "Las lesiones nunca vienen en buen momento, iremos a Burgos a intentar hacer nuestro partido, estar lo mejor posible; la posición de base es la que más nos cuesta si hay un problema ahí porque tenemos dos", expone Mumbrú. El jugador francés es un debutante en la ACB y se estaba adaptando poco a poco a la competición. Acostumbra a mantener el preparador barcelonés que cuando un equipo se ve diezmado, suele haber más compromiso, y eso se buscará en la pista más caliente de la ACB. "Habrá que arrimar más el hombro para estar mejor. El Burgos es un rival físico con mucho potencial por dentro y por fuera". El técnico pone por encima del peso de las tres derrotas seguidas el impacto de las lesiones. "Hay picos de forma, ante el Andorra se nos escapó el partido por pequeños detalles". Las ausencias no van a provocar un cambio drástico de la forma de jugar. "Tienes que hacer lo que llevas trabajando tres o cuatro meses". No hay una explicación clara a los colapsos que a veces dejan al equipo con mucha menos opción de victoria. "Durante el año hay muchos estados anímicos", resuelve. El RETAbet está a un partido del playoff y a dos del descenso, pero en palabras de su técnico, no miran la clasificación "porque eso se hace al final".
Mumbrú vivió su último partido como jugador profesional en Burgos hace un año y medio, con el Bilbao Basket ya descendido y el Coliseum le tributó un cálido adiós. "Esperaba que en Miribilla el último partido en casa fuera especial, pero también lo fue en Burgos, la gente me trató con un cariño especial, fue una bonita manera de dejar el baloncesto en activo y tengo un buen recuerdo de cómo me trataron, de la ovación... se lo agradezco".