Los Thunder sacaron una victoria más, ya van once tras veintitrés partidos, y comienzan a sorprender a muchos en la Conferencia Oeste. Se hablaba de periodo de absoluta reconstrucción en OKC y todavía se piensa así tras las salidas en verano de Westbrook y George, pero el equipo está dando la talla contra todo pronóstico. 

En el Vivint Smart Home Arena, una de las canchas más difíciles de la NBA, se dieron las condiciones para llamar a la épica, para darle a esta victoria tintes realmente heroicos. Se deshicieron de los Jazz con mucha autoridad, 90-104, dando una lección a sus críticos y sacando petróleo y del bueno de la situación. 

Es importante describir el contexto de esta situación. Billy Donovan no tenía disponibles ni a Danilo Gallinari ni a Terrance Ferguson, dos de sus titulares en los puestos exteriores (además de no contar con Hamidou Diallo, también alero). Tampoco estaba Deonte Burton, experto defensivo, tras enzarzarse en una pelea de vestuario esta misma semana. Por si no era suficiente, venían de ganar en Portland sólo un día antes y las piernas no estaban tan frescas. Los Thunder tuvieron que utilizar en la alineación a Abdel Nader y Darius Bazley y darle 29 minutos al novato 'undrafted' Luguentz Dort en el que era su tercer partido en la NBA. 

Tras el descanso los Jazz entraron en pánico, no supieron reaccionar y el encuentro se decantó. Les dejaron en 21 puntos. Y es que ese ritmo anotador les falta de vez en cuando pese a que el que más puntos aportó fue Donovan Mitchell (26). 

La actuación del trío de bases de los Thunder volvió a destrozar a los rivales, que no saben cómo defenderles. Dennis Schröder (27), Shai Gilgeous-Alexander (20) y Chris Paul (16) sumaron 63 de los 104 puntos de su equipo, que se coloca séptimo en su conferencia dejando tras de sí otra víctima en el Oeste: 5ª victoria en 6 partidos.