Hay tres canchas en la NBA que todavía no han sido asaltadas por ningún equipo visitante: Miami, Philadelphia y Boston. La noche del próximo jueves los Sixers intentarán ponerles a prueba de nuevo, pero tal como están jugando los Celtics en casa parece difícil que se rompa la racha. Hoy llegaban los Nuggets, segundos del Oeste (ya no), y el partido ha parecido de todo menos un enfrentamiento entre dos aspirantes a pelear por meterse en la final de la NBA. Los locales han hecho lo que han querido con su rival que, salvo por Nikola Jokic, no han demostrado nada de lo que les había traído hasta Massachusetts con un récord de 14-5.

Escurioso lo de Jokic y el resto de compañeros, porque justo los Nuggets venían ganando partidos sin grandes actuaciones de su estrella pero con otros jugadores tapándolo. Hoy ha sido justo al revés. El serbio ha estado al nivel que se espera de él, pero nadie le ha acompañado. El pívot llevaba seis partidos sin alcanzar la veintena de puntos y en todos menos uno tirando por debajo del 50%. En dos de los tres últimos incluso por debajo del 40%. Esta noche lo ha hecho al 61,9% (13/21) para 30 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias. Una estadística perfecta para que los Nuggets ganen partidos. Pero si su siguiente mejor jugador, Jamal Murray, hace sólo 10 puntos y de ahí en adelante nadie más alcanza la decena en anotación llevarse la victoria se convierte en misión imposible.

Si además tienes enfrente a un equipo como los Celtics, que cada vez parecen jugar mejor como equipo, la suerte estaba echada. La pareja que forman Jason Tatum y Jaylen Brown está recordando a la de los playoffs de 2018, pero con una año más de experiencia, con todo lo que eso conlleva a estas edades. Tatum fue esta vez el mejor (26+7+5). Se jugó a lo que él quiso, marcando el ritmo de su equipo y protagonizando algunas jugadas espectaculares, incluidos dos triples con la mano de Juancho delante. El español, que se esmeró en defenderle cuando estuvo en cancha, no pudo hacer mucho con su par en un día de esos en los que a un jugador le sale todo. Por cierto, que el español fue el suplente de los Nuggets que más minutos jugó (20) y parece totalmente asentado de nuevo en la rotación de su equipo.

A la actuación de Tatum se unió la de su socio Brown (21+7). Entre ellos dos y un poquito de Kemba (19) no necesitaron mucho más en ataque. Para el resto tiraron de defensa y del nefasto día de sus rivales, que quitando a Jokic hicieron un 35,6% en tiros de campo. Los Celtics siguen mandado en ese grupo perseguidor de unos Bucks que, hasta el momento, se muestran inalcanzables.