NBA | LAKERS 100 - MAVERICKS 114

Doncic hace hincar la rodilla a LeBron y frena en seco a los Lakers

El esloveno (27+9+10) apareció tras el descanso para liderar un parcial de 5-28 (de 62-59 a 67-87). Los Lakers, muy dependientes de un buen LeBron: 25+9+8.

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Hace justo un mes, en la primera noche de noviembre, Luka Doncic y LeBron James regalaron a los espectadores del American Airlines Center de Dallas la mayor exhibición que se pueda recordar en la actual temporada. Ambos acabaron ese partido fundiéndose en un abrazo tras firmar un triple-doble (31+13+15 para el esloveno por 39+12+16 del Rey). El choque, que se cerró con 110-119 a favor de los Lakers, dejó unas expectativas altísimas de cara a la siguiente cita. Más aún viendo el nivel ascendente de ambas estrellas: en los trece partidos siguientes, Doncic ha promediado 32,5 puntos y los mismos rebotes que asistencias (10,1). Guarismos tan alarmantes y llamativos como el hecho de que el esloveno, en ese periodo de tiempo, no haya firmado cifras inferiores a 22 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias. Una regularidad llamativa en un chaval de 20 años que se mantiene en la carrera por el MVP.

Y parecía que esa regularidad se iba a romper en el día de hoy, tal y como pintaron las cosas de inicio. Los Lakers comenzaron dominando desde la defensa, inutilizando a Doncic con Caldwell-Pope haciendo el trabajo sucio. El esloveno no encontraba tiro fácil, y hasta en ocasiones estuvo tapado por dos marcas, pero optó por repartir a sus compañeros. A pesar de ello, LeBron James comenzó dominante en las transiciones y Anthony Davis potente en la pintura. Sumado al aporte exterior de Danny Green, que solo se hizo notar en estos doce minutos, sirvió para dar la ventaja a los Lakers (30-25).

En ese momento Rick Carlisle dio entrada a la segunda línea y los Mavs empezaron a mostrar síntomas de mejora. Justin Jackson comenzaba el bombardeo con acierto y Delon Wright se encargó de hacer las labores de Doncic para reducir los daños: 15 puntos entre los dos en ese periodo, con el segundo dando 6 asistencias. La rotación texana llegó al descanso con 28 puntos (por 10 de los Lakers) pero no pudo evitar el repunte de Davis en los minutos finales. La 'Ceja' mantuvo a flote la nave californiana en ataque y LeBron volvía a hacerse dueño del choque antes de embocar el túnel de vestuarios (59-62).

Y Doncic mutó de Doctor Jekill a Mister Hyde

Hasta entonces Doncic estaba firmando un un partido discreto. Quizá demasiado para lo que acostumbra: 6 puntos, 3 rebotes, 5 asistencias y -13 con él en pista... pero está visto que no se le puede dar por muerto al esloveno. Con un mate y una asistencia a Tim Hardaway Jr remontó la contienda de entrada. Solo era un aviso de lo que estaba por venir. 

Los Lakers, quizá por exceso de confianza, bajaron la intensidad en campo propio y el esloveno, inteligente a los mandos y con espacio y tiempo para pensar, fue implacable. Su facilidad en la toma de decisiones ayudó a enaltecer a sus compañeros. Dwight Powell aprovechó lo que le llegaba en la zona y Porzingis y Hardaway se ofrecían en la ayuda. El esloveno aportó 16 puntos y 5 pases (acabó con 27+9+10 y 3 robos) para encauzar un parcial lapidario de 5-28 (del 59-62 del descanso al 67-87). Aún faltaban casi 4 minutos de cuarto pero las sensaciones eran más que evidentes. El trabajador Alex Caruso rompió la racha y LeBron y Davis intentaban apagar el fuego antes del cuarto definitivo (79-94).

El margen era importante pero aún tenían tiempo para solventar la papeleta. LeBron se puso a los mandos entonces pero el resto del equipo no acompañaba. La intensidad de inicio se convirtió en apatía de cara al aro contrario y los Mavs, lejos de ponerse nerviosos ante una situación así, seguían haciendo gala de su gran juego colectivo y su sobresaliente rendimiento de fondo de armario: Jackson acabó con 15 puntos y Wright con 17+4+9. Con entereza, trabajo y un triple de Doncic, con LeBron prácticamente encima, a falta de cinco minutos (89-110) el choque quedó visto para sentencia, provocando así la tercera derrota del curso de los Lakers, que hasta la fecha eran el mejor equipo de la NBA (17-2) con 10 victorias consecutivas.

Ahora los californianos afrontarán una dura gira de tres partidos lejos de casa (Nuggets, Jazz y Blazers). La próxima parada de los Mavericks será en Nueva Orleans, justo antes de recibir en casa a Timberwolves, Pelicans (de nuevo) y Kings. Rivales de menos peso y entidad para un equipo que cuenta con la moral por las nubes y una estrella que sigue al alza.