El Valencia divisa la Copa tras batir con oficio al Obradoiro

El Valencia Basket asumió este sábado las preocupantes limitaciones que tiene, con apenas siete u ocho jugadores capaces de jugar con un nivel alto de energía, para firmar una victoria de oficio ante un tenaz Monbus Obradoiro que le permite avanzar en el difícil camino que tiene hacia la Copa del Rey.

Consciente de la situación que tiene, el técnico Jaume Ponsarnau supo mover sus piezas para acabar el encuentro con un quinteto de garantías defensivas que secó al crecido equipo gallego, que en los últimos cinco minutos decantó el choque de su lado pese a la gran actuación de Dejan Kravic y la amenaza de Fletcher Magee.

Ante la falta de intensidad defensiva inicial, el choque arrancó con un intercambio de canastas que Kravic desniveló a favor de los visitantes barriendo con agilidad el aro de un Valencia Basket al que sostuvieron los puntos de Jordan Loyd.

La entrada de Guillem Vives y Maurice Ndour inició una rotación que cambió el perfil de los locales y le dio más consistencia pero cuando parecía que podía escaparse la amenaza de Brodziansky desde la línea de tres puntos dio aire al Obradorio (28-28, m.14).

La mejoría defensiva del equipo gallego y el regreso en ambos equipos de los titulares le dio la iniciativa, pero la buena defensa de Loyd sobre Magee y la madurez ofensiva de Abalde permitió al Valencia llegar al descanso con una mínima renta (39-37, m.20).

Regresó el equipo de Jaume Ponsarnau mucho más agresivo en defensa y con un parcial de 6-0, que incluyó dos balones recuperados por no poder sacar en los cinco segundos reglamentarios, noqueó al Obradoiro y obligó a Montxo Fernández a pedir un tiempo muerto para despertar a su equipo.

Calloway y Kravic trataron de evitar que los locales abrieran una brecha demasiado grande en el marcador y lo lograron con descaro ofensivo y con la ayuda de Magee. Pero el Valencia ya estaba en marcha y Abalde no dejó que la ventaja se echara a perder (60-53, m.30).

El buen trabajo de Tobey en el rebote ofensivo compensó en parte los buenos minutos ofensivos de Kravic y de Aleix Font, pero la persistencia de ambos permitió al Obradoiro empatar el choque (67-67, m.35).

Cuando las dudas hacían acto de presencia en la Fonteta, Ponsarnau reformó su quinteto para volver a apostar por un perfil defensivo, incluido un enérgico Ndour, y el efecto fue inmediato pues el Valencia recuperó la iniciativa del juego y abrió una pequeña brecha.

Se agarró el Obradoiro al choque con los tiros de Magee pero una falta en ataque provocada por Loyd y una canasta del estadounidense en la siguiente acción dio al Valencia plácido final que no parecía tan claro unos minutos antes.