El Suns-Wizards trajo una buena noticia y otra mala desde el punto de visto del aficionado español. La buena es que Ricky Rubio por fin volvió a jugar. La mala, que los Suns no paran de perder. Esta vez fue en casa y ante los Wizards, un equipo al que no se le puede considerar élite de la Liga y que, sin embargo, hizo lo que quiso con la defensa local. Tampoco es que sea noticia que los de Washington metan muchos puntos. No en vano es el tercer equipo de la Liga en este apartado por detrás de los Bucks y los Rockets. En cualquier caso que te metan 140 no habla bien de ti y te complica sobre manera la victoria. Y así les pasó a los Suns, que acabaron perdiendo.

El partido se descontrolo para los de Phoenix en el tercer cuarto, cuando la combinación de Beal (35 puntos, 11/18 en tiros, 4/6 en triples) y Bryant (23, 9/11 en tiros, 2/2 en triples) hizo saltar todo por los aires. El pívot cada vez parece más un jugador muy serio para el futuro de este equipo. Todo lo contrario que el escolta en cuanto a lo que el futuro se refiere. Y es que sorprendería y mucho que la estrella acabase la temporada en la capital de los Estados Unidos. Ahora mismo es el cuarto máximo anotador de la NBA con 28,9 puntos y no tiene mucho sentido verle en un equipo perdedor que tampoco va a ser ganador en poco tiempo. Y cualquier franquicia que le reciba allá por febrero y que ya tenga aspiraciones puede transformarse en un rival temible.

En los Suns alerta naranja. Siete derrotas ya en los últimos diez partidos. Algunas con rivales duros (Heat, Celtics, Lakers, Nuggets) y otras no tanto (Kings, Pelicans, hoy los Wizards). Y con bajas, que las sigue habiendo. Hoy tampoco jugó Baynes, el hombre que había salvado la papeleta de estar 25 partidos sin Ayton, al que también siguen esperando. Pero con todo y con eso el caso es que llevan tiempo perdiendo más que ganando. Y lo que fue un más que prometedor inicio de temporada se está convirtiendo en una estancia en la parte final de los puesto de playoffs mientras ven como la ventaja con sus perseguidores cada vez se hace más pequeña. Ahora mismo sólo les sacan un partido a los Sacramento Kings. Ricky jugó sólo 25 minutos en los que metió 18 puntos, dio 4 asistencias y se le vio un tanto bajo de forma, como es normal después de que sus problemas de espalda le dejasen sin jugar cuatro de los últimos cinco encuentros, los tres últimos de forma consecutiva. Booker volvió a ser el máximo anotador (27+8) y con Cameron Johnson en cancha (17+4) llegaron los mejores minutos del equipo. Pero no hubo milagro final y en Arizona vieron como la victoria volaba a la otra punta del país.