Buena puesta en escena de los Nuggets en Pepsi Center ante los Rockets. Una vez más se habla poco de ellos, una vez más se encargan de forzar los titulares, una vez más están ahí. El conjunto que dirige Mike Malone mostró sus cartas ante uno de los rivales más duros de su conferencia y enjugó el juego sólido en ataque con una defensa presionante para desarmar a Harden, Westbrook y compañía. 

Los Nuggets fueron simplemente superiores. Arrastraron poco a poco la ventaja hasta acercarla a los diez puntos en el segundo periodo, donde sólo la pericia de un James Harden que controló muy bien sus tiros (4/8 de dos, 4/8 de tres) apretó la contienda de nuevo antes del descanso. 

Los locales se mostraron resolutivos en ataque, dejando sin efecto la defensa de su rival gracias a combinaciones muy buenas y a movimientos muy rápidos. Sacaron a los Rockets de punto por ritmo. A los Rockets. Ahí estuvo la verdadera clave, jugarle a los de D'Antoni a un juego al que ellos no saben responder. No jugaron Porter y Beasley, pero sí un Juancho Hernangómez que volvió a demostrar que tiene sitio en el equipo: 8 puntos y 6 rebotes en 18 minutos como suplente, yendo fuerte al aro a capturar rechaces y con buen juego sin balón. 

Nikola Jokic mareó a Clint Capela arrastrándole fuera de la zona y terminó con 27+12+4. Westbrook estuvo perdido pese a sus 25 puntos y a los Rockets les fallaron los jugadores secundarios esta vez (House, Tucker, Rivers, etc.), lo que lleva a los de Texas a cosechar su cuarta derrota en quince partidos, tres de ellas fuera de su casa.