Ni con Jordan (Loyd) gana el Valencia en Euroliga
El norteamericano fue el máximo anotador (27), asistente (8) y reboteador (5) del Valencia pero Calathes, que se quedó a una asistencia del triple-doble, y Thomas fueron demasiado.
Se le pedía al Valencia Basket competir en Europa. Y al menos, eso lo hizo en un pabellón mítico de Europa como el OAKA. En un tercer cuarto mágico de Jordan Loyd, los taronjas se pusieron arriba remontando los 10 puntos con los que se fueron los griegos al descanso. Pero bastó una leve desconexión al final del tercer acto y principio del cuarto para que la victoria pasara de realidad a utopía. Frustrado se debió ir Loyd a los vestuarios. Sus 27 puntos, ocho asistencias y cinco rebotes (41 de valoración) apenas sirvieron para nada más que para engrosar la estadística. Al menos, otra nota positiva fue comprobar que Loyd sí es el escolta anotador que fue a buscar Mulero al campeón de la NBA.
Pero Calathes, Thomas y compañía fueron demasiado para un Valencia que sigue con alfileres pese a la estratosférica actuación del escolta estadounidense. El base griego-americano se quedó a una asistencia del triple doble y siempre manejó el encuentro a su antojo. Thomas, un pívot dominador en Euroliga, y el sempiterno Rice acompañaron a Calathes para levantar una victoria a un Valencia Basket que estuvo bastante más cerca que lo dictó el marcador final.
Ponsarnau apostó de entrada con un quinteto muy físico trufado con el talento de Colom. Tras una buena canasta de Labeyrie, Panathinaikos puso la directa con un 9-2 de parcial con un triple de Fredette. Valencia aguantó la primera embestida y le devolvió el parcial para ponerse por delante (11-13, min. 6) tras un espectacular mate de Loyd. Ahí bajó la intensidad defensiva el Valencia y los griegos volvieron a masacrar el aro taronja. San Emeterio y Motum nivelaron la puntuación pero recibiendo 26 en un cuarto es casi imposible.
En el segundo cuarto, un veterano de la Euroliga como Rice tomó las riendas del equipo verdiblanco y Dubljevic percutió el aro griego en la pintura hasta recortar la ventaja a cinco puntos. Sin embargo, atrás Valencia seguía sin la consistencia necesaria y Pappas acribilló con un triple para poner la máxima renta (38-25, min. 14) en el electrónico del OAKA. Casi imposible sumar algo fuera de casa, en esta competición, con tan poca actividad defensiva. Colom, haciendo la guerra por su cuenta, iba aguantando para que Panathinaikos no rompiera el partido. Pero en el equipo griego hay mucho talento. Calathes, con un 2+1 repleto de calidad, y Fredette, con una canasta inverosímil, volvieron a poner la máxima. Un triple de Doornekamp lo dejaron en 10 abajo, al descanso.
Tras el paso de los vestuarios, el Valencia empezó a divertirse, por fin. Y a defender. Loyd se puso el traje de jugón, ese con el que se le fichó de los Raptors este verano. Y fue Jordan. Nada menos que 16 puntos en el tercer cuarto, con canastas de todos los colores. Su calentura unida a una desconexión del Panathinaikos llevaron al Valencia a enjuagar la renta griega en siete minutos. Un triple de Loyd puso al Valencia por delante (61-62, min. 28). Un par de acciones controvertidas de los árbitros (Calathes metió una canasta dando hasta cuatro pasos) rescataron al equipo local, que acabó cuatro arriba el tercer acto.
Estos últimos segundos del tercer acto y el comienzo del cuarto (cuatro pérdidas consecutivas) condenaron al Valencia en Atenas. Un triple de Thomas puso los nueve arriba (73-64, min. 33) para el Panathinaikos. Quedaba mucho y la renta era remontable. Sobre todo teniendo a Loyd. Pero Panathinaikos tenía a Calathes. Y el griego-americano la administró con maestría. Nunca estuvo el Valencia Basket a tiro de remontada. Pero al menos esta vez compitió.