Los locales encararon mejor el inicio del encuentro y llegaron a dominar por nueve puntos (25-16). Varias decisiones arbitrales muy protestadas por el banquillo burgalés descentraron al equipo que encajó un parcial de diez a cero. Al descanso los maños ganaban 37-42.

La ventaja fue aumentando progresivamente sin que los entrenados por Peñarroya acertaran a acercarse en el marcador. La defensa de Zaragoza y el menor acierto en el tiro exterior que otras tardes en los locales provocaron que los visitantes llegar a marcar una máxima diferencia de catorce puntos (53-67).

La emoción llegó a dos minutos de la conclusión del encuentro con una reacción de orgullo de San Pablo que les colocó solamente tres puntos abajo (69-72). Zaragoza jugó mejor esos dos minutos finales para adjudicarse su sexta victoria esta temporada y mantener su excelente racha de resultados que les sitúa en lo más alto de la clasificación empatados a seis victorias con el Real Madrid, que aún tiene que jugar su partido esta jornada.