Trae Young arrasa Detroit: 38+7+9 para estrenar la nueva temporada
El base de los Hawks se marcó un partido estratosférico para ganar a los Pistons, que venían de abrir la campaña con victoria. Puro espectáculo.
Los Hawks empiezan la temporada a todo trapo: con una buena victoria ante los Pistons, que llegaban de ganar en su primer partido pero que contaban con un back-to-back trampa, y con Trae Young liderando al plantel de jóvenes que quiere comerse la Conferencia Este desde ya. 100-117 para poner las cosas en orden en Detroit, que seguirá sin ver a Blake Griffin, uno de sus dos jugadores de referencia, hasta noviembre.
El primer cuarto fue un auténtico clínic de Young: jugando bloqueos con Bruno Fernando para penetrar y luego decidir si doblar el balón, meterlo dentro o jugársela él, anotando desde fuera cuando era preceptivo y coronando con un triple desde casi el centro del campo. Una exhibición y sólo acababa de empezar. El segundo periodo se le atragantó más a él y a su equipo: apareció Derrick Rose, base como él, y los Pistons se pusieron a liderar el encuentro. Drummond no afectaba mucho al juego pese a los números y Luke Kennard terminaría con 3/12 tras el gran partido de la noche anterior, así que sólo Rose se quedaba al mando y, con el cansancio acumulado, los Hawks aprovecharon tras el descanso para volver a apretar las tuercas.
Jugó Vince Carter, inmortal, Evan Turner y DeAndre' Bembry aportaron saliendo del banco, y John Collins y DeAndre Hunter, éste último aplaudido por su entrenador ("no es un novato", dice), fueron los que sirvieron de muleta a Trae Young para descerrajar. Le faltó contener más a Rose, pero éste tampoco es cojo y sabe lo que hace. Young, pese a sus 6 pérdidas, volvió loca a la defensa de los locales y terminó con 38 puntos, 7 rebotes y 9 asistencias, a una de la marca de la franquicia en un opener (Dominique Wilkins, 39, ni más ni menos). Un aperitivo que sirve como gancho para que vayamos comprando más platos de los Hawks durante la temporada.