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HORNETS 87-SIXERS 100

Mal síntoma para Hernangómez: solo 28 minutos en tres partidos

Willy, en último año de contrato, está contando poco para Borrego en unos Hornets en reconstrucción. Contra los Sixers jugó cinco minutos.

Mal síntoma para Hernangómez: solo 28 minutos en tres partidos
STREETER LECKAAFP

Los Hornets, a las puertas de una temporada en la que van a ganar poco, están 0-3 en los partidos de preparación, el último un pobre despliegue (87-100) ante unos Sixers obviamente muy superiores, en los que esta vez Ben Simmons no tiró ningún triple. Sin Joel Embiid, que descansó, los de Brett Brown (cuyas miras son obviamente mucho más altas que un rival en abrupta reconstrucción tras la salida de Kemba Walker), se escaparon con un 4-22 para cerrar el primer cuarto (14-33) y aseguraron el triunfo al final, cuando el carrusel de cambios paró el amago de reacción de los de Carolina. Josh Richardson (18 puntos, 4 asistencias), Tobias Harris (16 y 8 rebotes), Ben Simmons (15+5) y Al Horford (11+9) lideraron, con control de minutos, a unos Sixers con todo el derecho a creerse tan favorito como cualquiera (Bucks incluidos) en el Este.

En los Hornets, James Borrego busca una rotación que conforme algo parecido a un equipo NBA funcional. Y busca, sobre todo, respuestas para el futuro: qué puede sacar la franquicia de Malik Monk, Dwyane Bacon, PJ Washington, Devonte' Graham... y Willy Hernangómez. El español, en último año de contrato, tiene el reto de hacerse hueco en un roster en el que se ha dado a Terry Rozier sueldo de jugador franquicia y del que saldrán en los próximos meses, el 30 de junio como muy tarde, Bismack Biyombo Marvin Williams y Michael Kidd-Gilchrist. Mucho dinero (como el de Batum, que tiene una player option para la temporada 2020-21) invertido sin resultado en el empeño de crear un bloque sólido para acompañar a un Kemba Walker que acabó marchándose.

Contra los Sixers, el rookie PJ Washington (número 12 del draft) fue titular y jugó 32 minutos (10 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias, 4 robos). Y estuvieron a un nivel aceptable dos que deberían ser titulares cuando arranque la Regular Season: Dwyane Bacon (17 puntos, 5 rebotes), que fue titular e importante en la recta final de la pasada campaña, cuando el equipo buscaba los playoffs a la desesperada, y Miles Bridges (12+7), número 12 en 2018, que también acabó el pasado curso en el quinteto. Borrego sacará le resto de su quinteto, con Rozier y Cody Zeller como fijos, de esos otros tres jóvenes, Nico Batum y Marvin Williams. El resto de la rotación la compondrán los que no sean titulares de los citados, Willy Hernangómez, Bismack Biyombo, Devonte' Graham, Michael Kidd-Gilchrist y un Malik Monk que tiene que demostrar que puede ser un anotador fiable en la NBA, algo que todavía no ha hecho.

En el partido ante los Sixers, Willy Hernangómez, solo jugó cinco minutos y anotó al final, ya con los banquillos vaciados, las dos únicas canastas de su equipo y las dos suyas en el partido: 2/4 en tiros para 4 puntos y 2 rebotes. Además, Biyombo jugó esta vez más que él (13 minutos) y lleva en pretemporada 21 minutos por los 28 del español, que tendría más sentido en un equipo sin presión por ganar y con necesidad de saber qué vale y qué no de su actual roster para el futuro. Sin embargo, la prensa de Carolina insiste: con Zeller como titular obvio en el puesto de pívot y Washington, Bridges y Williams jugando todos minutos en el cuatro, Biyombo le puede arañar espacio a Willy por su capacidad defensiva en un equipo que promete ser muy débil en ese aspecto. Esa sigue siendo la gran laguna de Willy, y así se asume en el entorno de la franquicia, que está teniendo una escasez de minutos preocupante para ser pretemporada: en tres partidos solo 9,3 de media. Y a menos: 15, 8 y 5. Su producción ha sido de 8 puntos y 7 rebotes totales con solo 8 lanzamientos a canasta (4/8). La temporada es larga y Willy tendrá sus oportunidades en un equipo que será uno de los peores de la NBA, a priori, pero de inicio, en un año clave para él, le puede costar tener un hueco estable en la rotación. Veremos, en todo caso, si lo que enseña la pretemporada es lo que realmente pretende James Borrego, su entrenador.