NBA | MICHAEL PORTER JR.

Michael Porter Jr: un retorno que puede cambiar el Oeste

El potencial número 1 del draft 2018 fue relegado al puesto 14 por una lesión de espalda que le ha mantenido un año en el dique seco; su retorno condicionará la suerte de los Nugets.

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Michael Porter Jr., en el Media Day de los Nuggets
Justin Tafoya AFP

Los Nuggets van de tapados. Una vez más. La campaña pasada ya demostraron una gran progresión y estuvieron en la cabeza de la Conferencia Oeste casi hasta el final de temporada, cuando fueron relegados por los Warriors. También en playoffs dieron un paso adelante y superaron a los Spurs en primera ronda para caer en el séptimo partido de las semifinales ante los Blazers.

Fue un año del que la franquicia puede sacar grandes conclusiones. Con el 54-28 logrado en temporada regular, el equipo entrenado por Mike Malone consiguió el mejor récord de la franquicia desde la 2012-13 y pasó la primera ronda de los playoffs, algo que no hacía desde 2009. También han conseguido escapar de la sombra de George Karl, un talentoso entrenador que les hizo competitivos hace ya una década. Y de Carmelo Anthony, un hombre caído en desgracia pero que ha sido uno de los mejores baloncestistas de su generación.

Ahora, en Denver se ven otras caras. Con Nikola Jokic como referencia han encontrado un jugador franquicia que lidera un proyecto todavía joven y prometedor. El serbio estuvo en el primer quinteto de la temporada el año pasado, otra anomalía que hacía mucho que no se veía en la ciudad. Y fue cuarto en la votación para el MVP. Junto a Jamal Murray es la cara del equipo y el hombre llamado a liderar una nueva era en la NBA junto a Giannis, Embiid y compañía.

Pero los Nuggets cuentan con otra gran arma en la presente campaña. Un hombre tapado pero talentoso, una incógnita que puede suponer una revolución en el Oeste si funciona al máximo. Estamos hablando de Michael Porter Jr., seleccionado por la franquicia en el draft de la NBA... en 2018.

El jugador lleva un año en el dique seco tras lesionarse de la espalda. Estrella del instituto y potencial número 1 del draft, los Nuggets le seleccionaron en el puesto 14 después de que varias franquicias decidieran no jugársela y apostar por otros jugadores de menos talento pero más salud. Porter era una incógnita, pero en Denver no tenían mucho que perder. Si el alero finalmente no jugaba en toda la temporada tenían una base con la que progresar y eso fue lo que hicieron, regresando a playoffs después de 5 temporadas con el segundo mejor récord del Oeste y solo un año después de quedarse a las puertas de la fase final (perdiendo en el último encuentro de la regular season ante los Timberwolves). El baloncestista no disputó ningún partido la campaña pasada y será rookie este año, en el que ha regresado a las canchas 571 días después (9 puntos y 3 rebotes y victoria ante los Blazers en pretemporada).

Porter es una estrella en potencia. Uno de esos jugadores que tienen proyección para liderar una franquicia. Nació en Missouri el 29 de junio de 1998, donde pasó su infancia y sus primeros años de instituto antes de volar rumbo Nathan Hale High School (Washington). En su temporada senior ayudó al equipo a ganar el campeonato estatal con unos promedios de 36,2 puntos y 13,6 rebotes. Casi nada. Porter fue favorito a número 1 del draft antes de la lesión de espalda que le obligó a pasar por el quirófano (solo pudo disputar tres partidos en la universidad). Fue el MVP del famoso McDonalds All American en 2017, un partido en el que compartió cancha con Wendell Carter, Kevin Knox, Collin Sexton, DeAndre Ayton, Trae Young...

La elección de los Nuggets fue interesante e inteligente. No estamos hablando de una selección suicida (como lo pudo ser la de Anthony Bennett) o que hipoteque una franquicia (Kwame Brown es otro ejemplo). Si el jugador regresa a buen nivel esta temporada podrá ayudar al equipo y adaptarse a una plantilla joven donde hay oportunidades y ganas de progresar. Si se resiente de la lesión o no consigue llegar a un buen nivel óptimo siempre se le podrá bajar a la G-League (los Grizzlies lo han hecho recientemente con Josh Jackson) para que recupere confianza. Y aunque esto pase, la franquicia mantendrá la base que les está llevando a ser mejores y mantendrá intacta la pareja Jokic-Murray.

Hay una tercera opción. Que vuelva como la estrella que prometía ser. Estamos hablando de un baloncestista con potencial de jugador franquicia. Buena visión de juego, instintos defensivos con buena capacidad de anticipación y brazos largos, piernas fuertes, atlético, grande... y sobre todo, un anotador de muchísimos recursos. Puede ser un 3/4 versátil que ayude en la ofensiva y en el rebote, un perfil muy útil para el juego actual de la NBA. También puede jugar en las dos posiciones del pick and roll y en el exterior. 

En definitiva, es un jugador que puede cambiar una franquicia. Es lo que estaba llamado a ser desde un inicio. Su única duda es el físico, su mayor arma en el pasado y su talón de Aquiles actual. Si éste le respeta, Porter podrá convertirse en un hombre que domine en pista y que forme un (hipotético) big three con Murray y Jokic (habrá que ver como se adapta la pareja al alero) que de más impulso a los Nuggets y domine el Oeste. ¿Hasta dónde podrá llegar? Eso solo el tiempo lo dirá. De momento, Michael Porter Jr. está de vuelta. El resto, ya lo veremos.