Abandonado por su padre y vacilado por Obama: Rondo y como triunfar sin tiro en la NBA
La tragedia hizo madurar muy temprano a Rajon Rondo que ha conseguido abrirse hueco en la NBA a pesar de sus problemas con el tiro, algo que le costó las bromas de Obama.
"Ubuntu". Era la palabra que repetían los Celtics en 2008 antes y después de los partidos. La expresión es una regla ética sudafricana enfocada en la lealtad de las personas y las relaciones entre estas. Es lo que definía a ese equipo. Un término acuñado en otro continente que guió a la ciudad de Boston al campeonato 22 años después. Una espera demasiado larga para la franquicia más ganadora de la historia que vio su final gracias al entendimiento entre una de las mayores mezclas de talento del momento.
En verano de 2007 llegaron al equipo Kevin Garnett y Ray Allen, que se unían a Paul Pierce formando un big three poco común por aquel entonces. Doc Rivers, reforzado en su posición por Danny Ainge tras una mala temporada demostró todo su potencial haciendo funcionar a estrellas de procedencias distintas y conseguir unirlas en un objetivo común: el anillo.
Rivers, que ya había demostrado sus dote en los Magic, dio a un joven y desconocido base las riendas de un equipo veterano y con ganas de título: Rajon Rondo. Con tan solo 22 años y un año de experiencia en la Liga, el joven playmaker fue un seguro de vida para los suyos y un sólido defensor que logró ser uno más dentro de una plantilla de estrellas e imponerse en la titularidad a bases más experimentados como Eddi House o Sam Cassell (que llegó al final de la campaña). Los Celtics ganaron el anillo con Rondo dando el máximo de asistencias de todas las Finales (16 en el segundo partido) y anotando 21 tantos en el sexto y definitivo encuentro.
Han pasado 11 años desde entonces y no deja de ser curioso que en una de las mejores generaciones de bases jamás vistas nos olvidemos de Rajon Rondo. No deja de ser curioso... aparentemente. El hoy miembro de la plantilla de los Lakers es un baloncestista atípico, muy alejado del perfil anotador cada vez mayor que han ido adoptando sus compañeros de posición (como Lillard o el propio Curry) y del poderío físico que han mostrado otros jugadores como Westbrook o en su día Rose, capaces de hacer un coast to coast para machacar el aro rival sin piedad.
A Rondo no siempre se le tiene en cuenta en esta clasificación. Es obvio que no es un base común. Nacido en Louisville, Kentucky, hace ya 33 años, vio como su padre le abandonaba cuando solo tenía solo 7. Su madre se hizo cargo de él y de sus hermanos y le apuntó a baloncesto en vez de a fútbol americano, deporte que también llegó a practicar. Poco tiempo después de la marcha de su padre, su amigo Spencer Robinson fue tiroteado en un callejón, hecho que marcó profundamente a Rondo y que le hizo centrarse en su educación, la religión y el baloncesto.
De los Celtics a la inestablididad
Tras ser una estrella en el instituto eligió por cercanía a su hogar la Universidad de Kentucky antes de dar el salto a la NBA en 2006, cuando fue elegido en la 21ª elección de uno de los peores drafts que ha habido según los expertos. Aldrige o Brandon Roy fueron algunos de los jugadores que salieron de una lotería de poco bagaje.
Rondo se hizo un nombre en los Celtics y ha medida que sus compañeros iban cumpliendo años iba asumiendo más responsabilidades. En la 2009-10 fue el máximo ladrón de la temporada y lideró a los Celtics a las Finales. En la 11-12 y la 12-13 fue el máximo asistente. Continuó con los bostonianos hasta mitad de la 14-15, cuando fue traspasado a los Mavericks ya con Brad Stevcens como entrenador. Las salidas en 2013 de Garnett y Pierce unidas a la de Allen tiempo antes habían supuesto el fin de la última era mágica de la franquicia. Desde entonces, el equipo no levanta el vuelo a pesar de estar en las quinielas cada año.
Desde entonces, cinco equipos en cinco años. Paso tumultuoso por los Mavericks, máximo asistente en los Kings, más sombras que luces en Chicago, recuperación en los Pelicans y llegada a los Lakers, con los que estará dos temporadas consecutivas por primera vez desde su despedida de los Cetics.
"Un jugador de playoffs" y cómo triunfar sin tiro en la NBA
En el tercer partido de las semifinales de la Conferencia Oeste del 2018 Rondo firmó 4 puntos, 10 rebotes y 21 asistencias. Los Pelicans ganaron a los Warriors para ponerse 2-1 en la eliminatoria. Antoni Daimiel definió en ese momento al base como "un jugador de payoffs". Y si analizamos sus estadísticas, eso es exactamente lo que es. El mayor valor que Rondo ha demostrado en su carrera ha sido en la fase final, donde ha cuajado sus actuaciones más memorables.
En 2009, tras una regular season en la que se quedó en 11 puntos y 8 asitencias por partido, Rondo explotó en playoffs. Ausencia de Garnett mediante, el base promedió casi un triple-doble en los 14 partidos que disputó en la post temporada: 16,9+9,7+9,8.
Su influencia en la fase final se nota en todos los equipos por los que ha pasado excepto en los Mavericks, donde nunca cuadró con Carlisle. Desde su llegada a los Celtics hasta su marcha, el equipo bostoniano ganó el 57% de los partidos en los que contó con el base (53-39 de récord). Sin él, 3-4 (42%). Especialmente dolorosa fue la eliminación en 2013 ante los Knicks en una temporada en la que Rondo se lesionó cuando llevaba 38 partidos disputados con un promedio de casi 14 puntos y 11 asistencias por partido. Dicen que Paul Pierce se echó a llorar en el vestuario cuando supo que su líder en la pista no regresaría a las canchas en esa campaña.
Los playoffs de 2012 fueron los que coronaron a Rondo. 17,3 puntos, 6,7 rebotes y casi 12 asistencias con más de 2 robos por partido. Igualó o superó las 10 asistencias en 16 de los 19 encuentros disputados, consiguió 16 dobles-dobles y 4 triples-dobles y realizó un encuentro de 44 puntos 8 rebotes y 10 asistencias ante los Heat en las finales del Este. Una eliminatoria que supuso la última oportunidad para los Celtics del 2008.