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ACB | FUENLABRADA 93 - ESTUDIANTES 85

La racha continúa: el Estudiantes sigue perdiendo en Fuenlabrada

Montakit Fuenlabrada se llevó una buena victoria en casa, la primera de la temporada. Lleva ganando al Estudiantes en su casa desde 2007.

La racha continúa: el Estudiantes sigue perdiendo en Fuenlabrada
F. MartínezACB PHOTO

No falla. Desde 2007 no falla. Un Fuenlabrada-Estudiantes en el Fernando Martín parece tener el resultado predeterminado. Es ver la vida pasar sabiendo cómo acabará. Ni siquiera un comienzo terrorífico de los de Jota Cuspinera sirvió para cambiar la historia, luego llegó el efecto contrario pero multiplicado por tres y el pabellón estalló de nuevo de júbilo: su equipo no ganaba desde mayo y venían de un rapapolvo en la Supercopa y de una racha de lesiones que les colocó 0-2 en la Liga

Los estudiantiles salieron a morder, con las líneas altas y mucho acierto. Funcionaban las combinaciones con Arteaga y el dúo Pressey-Brizuela en la dirección. Tras el 5-5, un 1-14. Parecía que el Estu continuaba la buena línea del partido del Gran Canaria y el frenazo en seco tardaría todavía un poco más en llegar. Eyenga se tenía que calmar, rozó la doble técnica por protestar, y los locales tenían que buscar un soporte anotador: no importaba, tenían a Tomás Bellas. El menudo base cogió las riendas con una efectividad manifiesta, poniendo a todos en su sitio, y el Estu empezó a sufrir. Acciones aisladas de Tello y Brizuela eran las que mantenían a los azulones tres arriba al descanso (42-45). 

Ahí, tras el paso por los vestuarios, llegó el terremoto. En 6 minutos y medio, 26-4 de parcial. Vyacheslav Bobrov era una apisonadora, Anderson y Liggins acertaban desde fuera, Bellas jugueteaba con Pressey, Dangubic, Scrubb o a quien le pusieran como defensor, Marc García levantaba al público en un 2+1 más antideportiva, Eyenga hacía lo que tenía que hacer... El equipo fuenlabreño ni creía lo que estaba haciendo, era una resurrección en toda regla (y más en domingo).

Dzikic no había perdido los papeles, pero su equipo sí; completamente. La flojera defensiva les llevó a encajar 33 puntos en este tercer cuarto por los 15 anotados. De nuevo el halo de esperanza del aficionado lo daba el joven Dovydas Giedraitis y poco más. La reacción del último periodo fue mínima, una operación de maquillaje ya que nunca se llegaron a acercar de nuevo.