Rafa Martínez es el líder del Bilbao Basket. Acaba de aterrizar y ya se ha hecho con la capitanía, en compañía con Schreiner, uno de los héroes del ascenso. "De momento la capitanía nos la repartimos", explica el escolta de Santpedor, que trabó cierta amistad con el hermano de Pep Guardiola, el técnico del City que también ha hecho famoso el pueblo situado al norte de Manresa. "No había acabado el año y Mumbrú ya me estaba llamando. Quería jugar otro año más, me quedaba con las ganas de disfrutar minutos. me convenció, era donde más me querían, donde iba a tener un rol más participativo y aquí estoy. Me encuentro muy a gusto y la familia, también, eso es fundamental", explica con su talante afable, Su gente está tan asentada que está esperando un hermanito para su hija, en marzo, "y podrá jugar en el Athletic", se ríe.

Suma Rafa cinco títulos en su etapa de La Fonteta, de donde salió llorando por el recuerdo de 11 grandes años. Tres veces levantó la Eurocup, donde ha sido santo y seña, algo así como Navarro en la Euroliga. Ha estado con diez entrenadores en ese tiempo y sabe mejor que nadie lo importante que es perpetuar un proyecto en un club. "Cuando continúa el mismo entrenador, los jugadores lo transmiten a los que llegan y todo es más fácil". Ha pasado de pelear por títulos a formar parte de un recién ascendido. Pero no expone que la meta es la permanencia. "No hay ningún mensaje, venimos de LEB y seremos el penúltimo presupuesto con Manresa que es mi casa y sé cómo está. Trabajamos para crecer como equipo", detalló en radio Bilbao.

Ante el Valencia se sacó un partidazo y está ya en 39 de valoración, 9 más que en toda la temporada pasada: "No soy de números. No tengo nada que demostrar, solo que quiero disfrutar del día a día de un club como este, de los compañeros que tenemos, el grupo humano el año pasado ya era muy bueno, creo que aún puedo dar algo en la pista". Rafa es una generación no muy distante con Mumbrú, y le choca la calma que tiene éste en la pista: "He jugado con él en selecciones. Me ha sorprendido para bien; sin tener tiempo para descansar, meterse a entrenador tan rápido y tener todas las cosas tan claras es sorprendente. En la pista era más caliente, tiene que ganarse el respeto como entrenador, Tiene las cosas muy claras" 

El escolta del RETAbet incide en que es un jugador de equipo "no he venido aquí para ser el mejor, solo para trabajar y ser uno más del equipo; el año pasado fue complicado, salí de una lesión de rodilla, era un equipo muy largo y me costó entrar... jugaba uno sí y otro no; quiero disfrutar del baloncesto que me queda". Ha llegado a Miribilla casi como un turista, sin conocer más allá que lo veía cuando venía de visitante. "No tenía referencias de casi nadie, me ha sorprendido el quinteto del año pasado. Tienen un nivel para jugar en ACB fácil". Por ejemplo, sobre Kulboka, enumera que "entiende todo muy rápido, escucha y tiene un talento enorme para tirar y hacer muchas cosas, y un físico portentoso, nos va a ayudar muchísimo".