Jorge Garbajosa: "España ganó el Mundial por corazón"
Jorge Garbajosa, presidente de la FEB, visita AS con el trofeo de campeón. "En Tokio no pasaremos factura a los que no han ido a China".
Trece años después de ganar el Mundial de Japón como jugador, una conquista que parecía irrepetible, Jorge Garbajosa cruzó ayer la puerta de AS con otro título de campeón del mundo bajo el brazo, esta vez como presidente de la Federación Española, cargo al que accedió en 2016. Su rostro transmitía felicidad, el de alguien que ha hecho un largo e incierto viaje y ha llegado a buen puerto. Y también reflejaba cansancio después de 23 tensos días en China para preparar primero y afrontar después un campeonato "muy difícil, con muchas sedes, muchos viajes y algunas complicaciones extras por la organización". Un triunfo enorme de nuestro baloncesto con muchas claves que explican el éxito, aunque Garbajosa destaca una especialmente: "España ganó el Mundial por corazón, ahí solo se nos podía comparar Argentina, a la que hay que matar tres veces para ganarla. Entre ellos y nosotros hay cierto paralelismo, también por cómo hemos reaccionado sin nuestras dos generaciones de oro".
El presidente de la FEB cuenta que hasta que no aterrizaron el lunes en Madrid no se dieron cuenta "de la magnitud de lo conseguido, del impacto del título en la gente". “Sabíamos que habíamos hecho algo gordo, pero no tanto. Nos lo demostró la audiencia de la final en Cuatro con momentos de más de ocho millones de espectadores y el recibimiento de los aficionados. Una cosa es ganar y otra hacerlo así… sin que nadie apostara por nosotros".
Un título mundial que comparte generosamente con todo el baloncesto español: "El trabajo de los equipos es tremendo y este éxito es fruto de ellos y de cada estamento. No es patrimonio solo de la FEB, por eso invitamos a la cena de celebración a todas las asociaciones (entrenadores, árbitros, jugadores…) y a los clubes de la ACB. El motor puede ser la Selección, pero estamos en el mismo barco. Después de Antonio Martín (presidente de la ACB), no hay nadie que desee más que yo que le vaya bien a la Liga Endesa". Y hace un llamamiento: "Que se suban todos al carro, que es enorme, pero que lo hagan para remar".
"El triunfo ante Italia en el inicio de la segunda fase resultó clave, nos dio mucha confianza", recuerda Garbajosa. La suficiente para afrontar con éxito un partido tan agónico como el de semifinales ante Australia con dos prórrogas incluidas. Fue el de la explosión anotadora de Marc Gasol, una demostración que el comisionado de la NBA esperaba: "Adam Silver me dijo refiriéndose a él: 'Un día grande para un jugador grande'. Y acertó. Marc nunca salta a la pista con la intención de anotar 25 puntos, pero siempre asume la responsabilidad. Necesita sentir que ayuda al grupo y construye su juego de ataque a partir de la defensa. En la primera fase, después de algún partido que no salió tan bien como esperábamos, transmitió mucha tranquilidad al equipo. Lo difícil de ser una gran estrella no es meter 20 puntos, sino hacer mejor a tus compañeros. Llegar media hora antes a currar da ejemplo al resto. Y ganar enseña a ganar y además es adictivo, nadie se cansa de los triunfos, eso es una aberración". Y cuenta una situación que se produjo en el arranque del Mundial: "Como presidente nunca entro en cuestiones técnicas ni tácticas, pero después de uno de los primeros partidos le pregunté a un jugador veterano si necesitaban algo, si podía echar una mano, y me respondió: 'Tranquilo, todo va según el plan'. Antes de la final les dije que más ya no les podía pedir ni individualmente ni como equipo, que lo habían dado todo y que solo les quedaba ganar por ellos mismos. Así lo hicieron".
En el partido por el oro Scariolo decidió sacar de titular a Oriola para que secara a Scola, la estrella argentina, a la que anuló: "Es un tipo excepcional e hizo un trabajo magnífico. Era una tarea dificilísima, me recordó a cuando un día Sam Mitchell, mi entrenador en Toronto, me dijo que defendiera a Kobe Bryant". El camino hasta el título ha llenado de elogios a Scariolo y a jugadores como Claver, que otras veces fueron criticados: "Estoy encantado de que se les valore, pero creo que no han hecho nada distinto a lo visto en los últimos diez años".
Garbajosa, sin quitar ojo a una copa de oro, se acordó de los 29 jugadores que defendieron a España en las Ventanas, los que lograron la clasificación para el Mundial en ausencia de los de la NBA y la Euroliga. Cinco de ellos estuvieron en China y para el resto "habrá también una réplica de la medalla, porque forman parte de este título mundial". En ese tiempo reconoce que "el suelo tembló" bajo sus pies: "Hemos tomado decisiones importantes y hasta el final del camino no íbamos a saber si eran acertadas o no. La concentración en Benahavís previa a las Ventanas para formar un equipo alternativo no fue una idea tan estrafalaria. Algún jugador me ha dado las gracias porque ir a la Selección es lo más grande. Con las Ventanas el baloncesto ha crecido en el mundo en los dos últimos años".
Es tiempo de saborear la gloria, pero Tokio, los Juegos, están ya a solo diez meses vista: "Volveremos a estar atentos a la disponibilidad de los jugadores, sin cupos de ningún tipo y sin pasar factura a los que no han venido, como siempre hemos hecho. Y después de la cita olímpica habrá elecciones a la presidencia y Scariolo acabará su contrato". Eso será en 2020, ahora toca otra cosa, festejar el éxito.