MUNDIAL DE BALONCESTO 2019 | ESTADOS UNIDOS
La metamorfosis de EE UU
A medida que avanza el Mundial, Estados Unidos está mejorado, a base de defensa, su nivel. Ante Grecia firmó la anotación más baja con una plantilla de NBA.
La primera semana del Mundial de baloncesto ha dejado muchas impresiones con respecto a las grandes favoritas para competir por las medallas. Por un lado, se han dado ciertas sorpresas como la eliminación antes de tiempo de la selección alemana. El caso opuesto es el de Serbia, bloque que se postulaba a inicios del campeonato como el único capaz de plantar cara a Estados Unidos y que en este momento es considerado por muchos como el gran favorito al oro.
Los balcánicos se han abierto paso hasta cuartos en este Mundial de manera insultante: hasta ahora promedian 103 puntos a favor y una diferencia positiva de 40 ante sus rivales. Gran juego y mejores resultados. Un factor que le diferenciaba del resto de equipos, destacando en esta lista a Estados Unidos. Un conjunto que, sin grandes estrellas, mostraba su versión más descafeinada en los primeros partidos, y que ha sabido dar un paso adelante en su duelo frente a Grecia.
Ante los helenos mostraron su mejor versión, destacando la faceta defensiva, pues dejaron a su rival con un pobre 31,8% de acierto en tiros de campo (25,9% en triples) y solo 53 puntos. Unas cifras más que notables tratándose del rival que era y que, salvo el partido ante Japón, estaban algo alejadas de lo que había registrado hasta ahora. República Checa y Turquía superaron ante los americanos el 40% de acierto en sus lanzamientos a canasta y el 35% en los tiros de tres. Con todo y con eso, el bloque formado por Popovich, con 64 puntos encajados de media, no alcanzaba unos promedios tan favorables en defensa desde el Mundial de 1998.
Otro aspecto que llama la atención son sus cifras ofensivas. Aún no han superado la barrera de los 100 puntos a favor en este Mundial y los 69 tantos anotados frente a Grecia han resultado ser la anotación más baja registrada por Estados Unidos en un Mundial contando con un grupo formado íntegramente por jugadores de la NBA. Paradójico tratándose de la selección que es y, más aún, si se compara con las sensaciones mostradas en la pista. Quién sabe si este será el punto de inflexión para un bloque que, dentro de una semana, podría recuperar el estatus que le han arrebatado.