Ricky Rubio, en el club de las 100 asistencias
Desde 1994 y según datos ofrecidos por la FIBA, sólo Pablo Prigioni había alcanzado esa cifra. El base de El Masnou, ante su gran momento en la Selección en Wuhan.
Según datos ofrecidos por la FIBA, Ricky Rubio llegó contra Irán a su asistencia número cien en el Mundial. Un número espectacular que, desde 1994, sólo había alcanzado el argentino Pablo Prigioni y que le coloca ya en los libros de historia de la competición a sus 28 años. No es pasar, no obstante, lo único que ha venido a hacer el base de El Masnou en este campeonato. Este viernes empieza su verdadero desafío en Wuhan contra Italia y Serbia, donde le esperan monstruos de la talla de Belinelli, Micic o Bogdanovic. Ricky suma una media de seis asistencias en el campeonato. Además, ha anotado 13 puntos por partido y es el tercero en valoración (15,3) después de Marc (17,7) y Juancho (16,7), que hizo unos buenos números en el partido contra Irán.
Después de estar 23,2 minutos en la cancha en la primera fase, Ricky presume que le tocará aumentar su tiempo en la pista en el Wuhan Sports Centre. Será importante aquí recordar las palabras de Scariolo después del partido contra Argentina en el torneo de Ningbó el pasado 27 de agosto. Allí, y después de que Vildoza le asfixiara y le sacara del partido en el tercer cuarto, el técnico italiano le mandó al rincón de pensar unos minutos. Cuando Ricky regresó, resolvió el partido con una carga espectacular en el último tramo que fulminó a los argentinos. Fue entonces cuando Scariolo dijo: "Tiene que pensar que cuando lleguen los momentos importantes del Mundial, los tiempos de descanso serán más cortos (para volver a hacer las cosas correctas)". Ricky está mentalizado para ello y también determinado para ser uno de los líderes del equipo en esta fase clave del campeonato. Con Navarro retirado y Pau lesionado (además de las ausencias de líderes de otros tiempos con los que él coincidió como Jiménez, Garbajosa, Felipe o el Chacho, aún en activo pero que ha renunciado), y once años después de llegar a la Selección como un crío en los Juegos de Pekín, es el momento de llevar en volandas al equipo como a él lo llevaron. Llegar al club de las cien asistencias le da un poco más de grandeza en la pista pero no le deja satisfecho. Él vino a que fuese su Mundial.