En agosto de 2018, el Bilbao Basket había lidiado con un nuevo naufragio, en forma descenso, y salía en el polideportivo de El Fango (nombre más que adecuado para el terreno que llegó a pisar) bajo mínimos, con casi todos sus trabajadores despedidos y la incógnita de cómo serían las cosas en la LEB. Se entró en un proceso concursal y al final todo salió bien. Un año más tarde, en el mismo sitio, el club no pierde de vista la soga de la crisis en su cuello, pero al menos respira de nuevo aire ACB. Hay una estructura algo más profesional (once miembros en el cuerpo técnico), pero lo importante es no perder el norte como en un pasado no muy lejano, ser conscientes de que no puede haber desvío sobre el presupuesto y que la permanencia es el único objetivo. Más de un año después, el preparador físico Álvaro Gómez-Rubiera ha estado de nuevo en una sesión de entrenamiento. Por delante seis semanas antes de subir el telón de la Liga.

Hay caras conocidas, como la de Rafa Martínez llamado a ser el líder del equipo. De momento, ha sido nombrado capitán junto con Schreiner (de aspecto desconocido tras haberse quitado todo el pelo que adornaba su cráneo y su cara). No están todavía los cincos: Lammers se incorporará durante la semana y Balvin se encuentra con su selección, Chequia, preparando el Mundial. Doblas, aún fuera de forma, realizará la pretemporada con el equipo, con 38 años recién cumplidos y tras pasar por Grecia, Argentina y Japón. Junto a él están los júniors Diego Rodríguez e Iñigo Pedrosa. El primer encuentro previo a la temporada oficial tendrá lugar en Laredo el 31 de agosto, ante el Delteco GBC. Tras esta primera prueba, el equipo se desplazará a Portugal para disputar un torneo internacional en el que estarán también Estudiantes y Gran Canaria. El 14 de septiembre el RETAbet peleará con Kirolbet Baskonia por el primer título de la temporada en la Euskal Kopa que tendrá lugar en Barakaldo. El 18 el equipo se desplazará a Olite para culminar su puesta a punto ante el Joventut. Una semana después, los hombres de negro comenzarán la temporada regular oficialmente en San Cristóbal de La laguna enfrentándose a Iberostar Tenerife de Txus Vidorreta. Será el 25 de septiembre a las 22:00 horas.

Ampliar

A Mumbrú todo le ha venido seguido: colgar las botas, coger la pizarra, estrenarse en LEB y hacerlo en ACB. "Hemos hecho el mejor equipo que creíamos que debíamos hacer, sabiendo lo que queríamos en cada posición. Tenemos que cohesionarnos como equipo. Acabamos el año pasado muy arriba anímicamente y cuando acabas así tienes muchas ganas de empezar. Tiene el equipo que deseaba y aspira a imprimir las señas de juego del curso precedente en LEB a base de "sacrificio, lucha entrega", aunque tácticamente cambiará cosas porque tiene jugadores distintos. Se niega a marcarse objetivos, "veremos dónde nos pone la temporada", ahora lo prioritario es que "todo el mundo entienda el plan". Para él es "un reto y una alegría" entrenar en ACB, y pone como recetas "el compromiso e intentar con trabajo ir cumpliendo las metas". Miribilla es "el músculo" y todos intentarán "que la gente se sienta orgullosa con el equipo que tiene".

"La ACB sube el nivel cada año, lo que queremos es competir cada jornada y ganar todos los partidos posibles, lo importante es construir un equipo competitivo", reflejó Rafa Martínez, quien parte casi de cero en busca de sentirse de nuevo un jugador aprovechable tras una campaña casi testimonial con el Valencia: "Estoy muy ilusionado, tras un año que no puede jugar muchos minutos tenía ganas de encontrar un proyecto como este en el que podría ser importante dentro y fuera de la pista". Casi aún con las lágrimas en el rostro por despedirse de la Fonteta sonó su teléfono. "Me ha costado decidirme por el tiempo, porque fue muy rápida la llamada de Álex (Mumbrú), estaba saliendo de Valencia... he venido donde me han querido más y donde creo que voy a estar más a gusto, la decisión fue fácil, sólo resultó difícil el momento de cogerla".

Ampliar

El escolta catalán ha tomado hoy una lección rápida de lo que significa ser capitán de la nave (Salgado estaba muy cerca, como ayudante del técnico, pero le cede los trastos). Por ejemplo, ensayó en el grito de guerra previo a las actividades: "Bat, bi, hiru, Bilbo!" (Un, dos, tres, Bilbao!). "Me veo con muchas ganas, de jugar en un pabellón nuevo, con mucho ambiente y ganar allí es muy complicado, este año esperamos que igual o más. El objetivo de la permanencia debe ser el punto de salida, tenemos que pensar en salvarnos como sea. El equipo tiene una mezcla de jugadores con experiencia europea y ACB con otros que estuvieron aquí, que hicieron del equipo un bloque ganador y pudieron celebrar un ascenso, eso quiere decir que había mucha química, es ideal para los objetivos que estamos hablando. Es un equipo bastante largo, con gente experimentada que lleva una temporada qui sabiendo la filosofía del club y lo que quiere el entrenador".

Ampliar