Los Pacers de Paul George, el crédito de Vogel para los Lakers
Frank Vogel ha pasado de ser el técnico que dirigiendo a los Pacers desafió el reinado de LeBron en el Este a entrenar a 'El Rey' en los Lakers.
Tras un año de despropósitos, los Lakers vuelven a estar en el mapa. Ya se habló mucho de ellos el verano pasado, cuando LeBron llegó a la histórica franquicia, pero los fichajes del presente mercado han puesto a los de púrpura y oro en boca de todos y aparecen en las quinielas como uno de los candidatos al campeonato.
Lo que Magic no logró en febrero sí que lo consiguió Pelinka en junio: traer a Anthony Davis. Desde entonces, se han sucedido los fichajes por un equipo que ha perdido a su núcleo joven pero que ha logrado firmar agentes libres como DeMarcus Cousins para formar una plantilla que, sobre el papel, parece propicia para alcanzar los playoffs por primera vez desde 2013.
Se ha hablado mucho de las incorporaciones de los Lakers, pero poco de su banquillo. En concreto de Frank Vogel. El que fuera tema capital el pasado mes de mayo, cuando se produjo el despido de Luke Walton y empezaron a salir rumores de una horda de candidatos que no llegaron, se ha visto diluido paulatinamente hasta olvidarse por completo. Incluso la llegada de Vogel dejó fríos a los aficionados, que se han dedicado a hablar más de su segundo, Jason Kidd, que del primer entrenador de la franquicia angelina.
Pero, ¿quién es Frank Vogel? Nacido en Nueva Jersey en 1973, es un técnico joven (46 años) hecho a sí mismo, y al que le costó sangra sudor y lágrimas hacerse con un hueco en la Liga. Fue asistente de Rick Pitino en la Universidad de Kentucky, y dio sus primeros pasos en los banquillos de la NBA en los 90, a las órdenes del propio Pitino, que por entonces dirigía a los Celtics.
Tuvo que esperar cinco años, en los que fue coordinador de vídeo, para ser ascendido a entrenador asistente. Era la temporada 2001/02, ya con Jim O'Brein en el banquillo. El técnico había sustituido a Pitino el año anterior, y con él como primero y Vogel como ayudante los Celtics avanzaron hasta las finales de Conferencia por primera vez desde 1988. Cayeron ante los Nets por 4-2 después de firmar en el tercer partido de la eliminatoria una de las mayores remontadas de la historia de la NBA. Y en el Garden.
En Indiana es donde Vogel escribió las mejores partes de su currículum. Tres temporadas como asistente para tener su primera gran oportunidad en la 2010/11, cuando O'Brein, uno de sus principales mentores, fue despedido cuando el equipo marchaba 17-27. Su sustituto, por fin como primer entrenador, llevó a los suyos a playoffs (20-18 con él) salvando la temporada.
La recta final de esa campaña confirmó a Vogel como entrenador principal para los años siguientes. Era un equipo en el que estaban jugadores como George Hill, David West, Roy Hibbbert o Lance Stephenson, que hace poco se ha marchado a China y no podrá ser entrenado de nuevo por el que fuera su técnico en el mejor momento de su carrera. Y estaba Paul George. Sobre todo Paul George. Era un equipo que formó un increíble entramado defensivo y que estaba dispuesto a comerse el mundo y, sobre todo, a revelarse contra el incipiente dominio de LeBron en la Conferencia Este.
En las tres siguientes temporadas fueron aspirantes para llegar a las Finales, pero se quedaron, como muchos otros equipos en la era LeBron, por el camino. Semifinales en el primer año completo de Vogel en el banquillo con unas ilusionantes semifinales de Conferencia en las que llevaron a los Heat al sexto duelo. Al año siguiente forzaron el séptimo en la final del Este, en el que fueron arrollados. Sin embargo, era un buen precedente. Aún eran un proyecto joven y no habían tenido ventaja de campo en la eliminatoria. Daba la sensación de que la temporada clave sería la siguiente.
Daba la sensación. La 2013/14 tuvo dos partes. La primera, en la que parecían capaces de todo, y la segunda en la que se diluyeron y acabaron pagándolo en playoffs. ¿El motivo? El traspaso de Danny Granger y el fichaje de Andrew Bynum. El primero, una estrella que había perdido su luz por culpa de las lesiones, era el alma de un vestuario que se quedó sin referencia tras su marcha. El segundo, una promesa aquejada también por sus eternos problemas de rodilla, solo pudo disputar dos partidos. El movimiento de Larry Bird, el ejecutivo que buscaba el anillo, salió mal y los Pacers sufrieron las consecuencias.
A pesar de tener el mejor récord de la NBA (56-26) y ventaja de campo en las finales del Este, cayeron ante los Heat por tercer año consecutivo. Vogel aguantó dos temporadas más, pero las lesiones de George y el bajón del equipo pusieron en evidencia que el momento había pasado. Los Pacers se unieron a la lista de proyectos sentenciados por la figura de LeBron James y hoy en día intentan volver a ser competitivos, ya con McMilllan en el banquillo.
La nueva aventura con LeBron
Esos tres primeros años de Vogel con los Pacers son su crédito para entrenar a los Lakers. Los dos años que pasó en los Magic fueron un cúmulo de despropósitos que le dejaron sin equipo. Ahora está ante un arma de doble filo: es la oportunidad de su carrera, pero puede quedar escaldado si no da con la tecla con El Rey. A hombres como David Blatt les ha pasado. No lo tendrá fácil. Deberá liderar a un equipo que tiene a un fichaje de la altura de Anthony Davis y llevarlo a playoffs por primera vez desde 2013. Es una franquicia histórica y no todo el mundo puede con esa presión añadida que es dirigirla.
Contará en el banquillo con Jason Kidd, un hombre muy criticado que ha acaparado titulares y que sonaba como primer entrenador, También con Lionel Hollins, experto y curtido en mil batallas y que puede ayudarle a gestionar el vestuario. Pero el máximo reto es el de dirigir a LeBron. Encontrar el sistema perfecto para un jugador que cumple 35 años en diciembre. Vogel, el hacedor de uno de los equipos que más cerca estuvo de acabar con el reinado de El Rey, será ahora su entrenador. Caprichos del destino. Y una oportunidad de oro. Veremos si sabe aprovecharla.