Éxito tremendo de la Selección femenina Sub-19 que sube al podio mundial de la categoría gracias a la victoria por 58-52 ante Bélgica en el partido por el bronce. Las chicas dirigidas por Fabián Téllez García mostraron la mejor cara posible, demostrando que además de talento tienen una cabeza perfecta para jugar al baloncesto. A pesar de la salida en tromba de las belgas, mucho más enchufadas y con un 0-9 de parcial, la Selección en seguida demostró que tenían el plan de partido muy bien estudiado.

Mama Dembele salió desde el banquillo para reducir a la nada la presión asfixiante de las dos exteriores belgas, Leblon y Hambursin, que estaban haciendo estragos en la creación de las jugadas españolas. Su aceleración y buen manejo de balón hizo desaparecer esta amenaza y a partir de ahí el equipo no paró de crecer. Lola Pendande, la figura más reconocible del grupo, fue protagonista a ratos. No hizo falta tirar de su mejor versión y, aún así, acabó como la máxima anotadora del partido con 14 puntos (empatada con Leblon) a los que añadió 6 rebotes y 4 asistencias. La pívot tiene un futuro brillante.

Enfrente otra jugadora interior, Billie Massey, ejercía como la líder que es e intentaba tirar de sus compañeras en los momentos más complicados, pero las belgas se empeñaban en tirar desde el perímetro a pesar de tener un día muy desacertado desde esa distancia (20% de acierto). España, que tampoco andaba fina desde el triple (15%) lanzó nueve veces menos, mientras que cargó su ataque mucho más por dentro. Intentó 46 tiros de dos por sólo 23 de su rival. Esa diferencia tiene mucho que ver con el rebote, una de las claves del encuentro. España le ganó la partida claramente a Bélgica (44-31), con una diferencia abismal en los de ataque (13-3).

El trabajo constante de Aixa Wone (7+8, 4 personales y una intensidad defensiva magnífica) y el acierto en el último cuarto de Helena Pueyo (10+7+4, incluida una canasta con step back maravillosa), más las pinceladas que iba dejando Pendande cada poco sirvieron a la Selección para mantener la ventaja lograda en el tercer cuarto, cuando el parcial de 17-10 se convertiría en decisivo a la postre. La única respuesta defensiva que encontró Bélgica fue dejar tirar desde fuera a Dembele, el punto débil de su juego (1/6 hoy). Pero la base no se cortó e hizo bien todo lo demás: creación, presión, robos, penetraciones...

Al final justo bronce para España, que antes de esta medalla sólo había logrado dos platas en el Mundial Sub-19: en 2009 y 2011. Una vez más las chicas demuestran que el baloncesto español femenino goza de una salud envidiable, también a nivel mundial.