El Fuenla retirará las camisetas a sus 5 jugadores más históricos
Guardia, Ferrán López, Perasovic, Solana y Popovic son los cinco jugadores que más huella han dejado en la afición. El club les retirará sus dorsales en septiembre en un acto conjunto.
Salva Guardia, Ferrán López, Velimir Perasovic, Francesc Solana y Marko Popovic conforman el quinteto más destacado de ídolos para la afición del Montakit Fuenlabrada. Nunca jugaron los cinco juntos, pero dibujan un equipazo que ha dejado huella eterna en los seguidores fuenlabreños. Nadie volverá a lucir sus dorsales a partir de esta próxima temporada.
Típica consulta de pretemporada. El delegado del equipo pregunta a los jugadores qué número quieren llevar en su camiseta. Pero a partir de ahora en Fuenlabrada será distinto:
—“No puedes coger 8, 10, 6, 13 ni 2”
—“¿Por qué, ya están elegidos?”
—“No, están retirados”
Son los dorsales que vistieron Salva Guardia (8), Ferrán López (10), Velimir Perasovic (6), Francesc Solana (13) y Marko Popoivc (2). Los cinco estarán presentes en el pabellón Fernando Martín en el Torneo de Fiestas de Fuenlabrada (a mediados de septiembre) en el que se celebrará el acto de retirada de sus respectivas camisetas y dorsales.
Salva Guardia, dorsal 8
Fue el primero en llegar al club, allá en el verano de 1996. Y el que más etapas ha vivido como jugador fuenlabreño, tres: de 1996 a 2001; de 2003 a 2008; y de 2010 a 2011. Una trayectoria guadianesca que le ha llevado a ser el hombre con más partidos jugados de la historia del Fuenla: 330 solo en ACB, a los que hay que añadir los disputados en LEB, en competiciones europeas y en las Copas del Rey y del Príncipe.
Salva ha vivido todos los sentimientos posibles como fuenlabreño: dos ascensos a ACB tras sendos descensos, tres clasificaciones para el playoff por el título, el estreno europeo, dos Copas del Rey, dos títulos de campeón de Copa Príncipe. También es el que ha tenido una relación más extrema con la afición, con idas y venidas en esos sentimientos. Pero, como escribió Serrat, “los recuerdos son cada día más dulces, el olvido solo se llevó la mitad”. Salva es hoy vitoreado y saludado con gran cariño cada vez que pone el pie en el Fernando Martín.
Ferrán López, dorsal 10
Aterrizó en Fuenlabrada para jugar en LEB de la mano con Velimir Perasovic en el verano de 1997. Fue un paso atrás para coger un impulso enorme en su carrera que le llevó a ser el único español que alcanzó la Selección absoluta siendo jugador del Baloncesto Fuenlabrada. Una situación muy similar a la que revivió siete años más tarde.
Ferrán jugó como local en el Fernando Martín nueve temporadas en dos etapas distintas, de 1997 a 2001 y de 2004 a 2009. Es y será por mucho tiempo el líder histórico del club en asistencias y recuperaciones de balón. Como Guardia, fue protagonista de los dos ascensos a ACB de 1998 y 2005, aunque en su caso no vivió los descensos que los precedieron. Campeón de las dos Copas Príncipe que atesora el club y uno de los baluartes que nos llevaron a jugar los playoff y las Copas del Rey de 1999 y 2001, además del estreno europeo en la Copa Korac. Hoy sigue siendo pieza clave en el club, aunque como director deportivo, puesto que ocupa desde su retirada en 2009.
Velimir Perasovic, dorsal 6
No hay discusión si se pregunta en Fuenlabrada por el mejor jugador en la historia del club. Con nuestra camiseta fue máximo anotador de la Liga ACB cuatro temporadas consecutivas. Y eso tras haber llegado con 31 años de edad para jugar en LEB. ¡Perasovic, que era campeón del mundo, campeón de Europa y medalla de plata en los Juegos Olímpicos a nivel de selecciones y tricampeón de Europa de clubes!
A sus 31 años nadie apostó por él en la ACB y él aposto por el Fuenlabrada en la LEB. Lo demás es historia en mayúsculas: más allá de ser el máximo anotador en la historia del Fuenla, fue el líder del equipo dentro y fuera de la pista. Con él al frente, se ganó la Copa Príncipe, se ascendió a la ACB, y el Fuenlabrada se convirtió en el primer equipo en la historia en clasificarse para la Copa del Rey y el playoff por el título al año siguiente de su ascenso, lo que supuso el estreno en competiciones europeas… Tremendo. En cuatro campañas en ACB, tres veces en el playoff y dos en la Copa. El gran Peras, como le conoce la afición.
Francesc Solana, dorsal 13
Conformó junto a Salva Guardia y Ferrán López lo que un periodista dio en llamar la santísima trinidad fuenlabreña. Todo carácter, su personalidad hizo que se ganara pronto a la afición, y eso que no lo tuvo fácil pues llegó en 2002 cuando ya habían salido del equipo Guardia, López y Perasovic. Tras el primer año de explosión de Herrmann, llegó un segundo curso extraño y de fin desgraciado con el descenso a la LEB con trece victorias, cuando nunca nadie antes ni después ha bajado ni siquiera con doce triunfos.
Y entonces fue cuando se agigantó la figura de Solana, pegamento de un nuevo vestuario que regeneró al club desde la LEB en la campaña 2004-2005. Franky era el seguro de vida al que recurrir para gestionar los finales igualados, la sabiduría para sacar la falta oportuna y el tiento para anotar con su zurda los tiros libres decisivos. Campeones de la Copa Príncipe, campeones de la LEB y ascenso en aquel mágico año. Del quinteto cuyos números retiramos es el único que no jugó ni Copa del Rey ni playoff en ACB con el Fuenla, el único también que lució dos dorsales: el 11 hasta el descenso y el 13 a modo de exorcismo para sus tres últimos y felices años de juego. Fue también el primero en retirarse por todo lo alto con nuestra camiseta.
Marko Popovic, dorsal 2
Antes de su llegada el Baloncesto Fuenlabrada había jugado una sola Copa del Rey y un solo playoff por el título de ACB en trece años. Con él, el equipo disputó dos Copas, un playoff y dos competiciones europeas en tan solo cuatro campañas. El fichaje de Marko Popovic fue la guinda al punto de inflexión que supuso el verano de 2015, un jugador que aunaba el talento en la línea de Peras y el carácter en la vertiente de Salva, Ferrán y Franky.
Su conexión con la grada ha sido absoluta hasta su reciente retirada a pesar de que las lesiones evitaron que la afición disfrutara de una mejor versión aún de Marko. Como jugador fuenlabreño se colocó como máximo anotador histórico de la Eurocup, firmó algunas cestas memorables que quedan en el recuerdo para alcanzar Copas del Rey, o como la última en el partido de su retirada siguiendo un guion más propio del cine que del deporte.