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Baloncesto | ACB

"Tanta pizarra se está comiendo la creatividad"

Entre Herreros, Azofra y Ferrán López suman 53 temporadas en la ACB. El pasado reciente del baloncesto español ocupa ahora los despachos de Real Madrid, Asefa Estudiantes y Fuenlabrada. AS reunió a los directores deportivos de los tres equipos madrileños.

Raquel G. Santos
<b>TRÍO EN LAS PISTAS Y LOS DESPACHOS. </b>De izq. a dcha: Alberto Herreros, Nacho Azofra y Ferrán López.
reportaje gráfico: felipe sevillano

En unos días les tocó cambiar las zapatillas por la corbata y las canchas por los despachos. Alberto Herreros (Madrid, 20-04-69 y 17 temporadas en ACB), Nacho Azofra (Madrid, 23-07-69 y 19) y Ferrán López (Barcelona, 19-11-71 y 17) lo han sido todo en el pasado reciente de Real Madrid, Asefa Estudiantes y Fuenlabrada y lo siguen siendo en su presente, aunque ahora como directores deportivos. "Es baloncesto, pero visto de una forma diferente. Me gusta pensar que yo soy el enlace entre la dirección y los jugadores. Un nexo que lo facilita todo", confiesa Ferrán, el último en colgar las botas hace apenas año y medio y que estrena un puesto hasta entonces inexistente en el club del sur de Madrid.

"Haber estado tantos años en Estudiantes ayuda más que perjudica, porque la línea de trabajo está definida y nadie tiene que presentarme a nadie, pero a veces tiene inconvenientes. Los cambios cuesta más afrontarlos", añade Azofra, el único que no pasó directamente a los despachos tras su retirada sino que probó como entrenador ayudante de Mariano de Pablos y Perasovic: "A pesar de la difícil situación que atravesamos (se salvaron en el último partido) fue una experiencia bonita, pero ahora no me veo en el banquillo, aunque no es algo que descarte en un futuro". "Pues yo nunca", le responde Herreros. "Me costaría mucho. Se trata del puesto más ingrato de todos. Prefiero quedarme con lo mío".

El paso de jugador a director deportivo fue inmediato en el caso de Herreros y Ferrán. "Mi adaptación comenzó mientras salía de la ducha en mi último partido. Tuve cuatro días para aprender", apunta Ferrán.

Lo mismo le pasó al ex madridista. "Esa historia me suena... Me quité los pantalones y, en ese momento, descolgué la americana. Pero la gente que estaba en ese momento, como Antonio Martín, me facilitó todo. Lo que más me costó fue el tema de las reuniones, de tener que hablar con los agentes... Pero sólo el primer año. Luego entras en la dinámica y no deja de ser baloncesto. Además, creo que a los jugadores les ayuda que esté yo porque he vivido lo que ellos. Por eso, hay confianza entre nosotros". Los tres están en los despachos, pero con situaciones diferentes.

Presión.

Mientras Ferrán está al frente del Fuenla de los Olesons y Batistas, a Herreros le toca lidiar con la presión de ganar siempre y a Azofra mantener la filosofía de cantera. "Creo que el éxito a la hora de hacer los fichajes en el Fuenla no es el éxito de una persona, sino de un equipo. No se debería hablar de un ojo clínico sino de muchos, contando con los del presidente, que siempre está muy pendiente del mercado, los del entrenador, los de Chus Mateo, los míos... Alberto es el que tiene la doble papeleta porque tiene que ganar siempre". "Es algo a lo que ya estaba acostumbrado -responde el madridista- porque cuando era jugador pasaba lo mismo. Desde fuera es todo muy bonito, pero dentro sí que existe presión".

Y echando la vista atrás, nostalgia. "Antes la preocupación la ponías en descansar, en entrenar y en comer bien. Ahora no compites, pero ves más baloncesto. Mi verano ha pasado de durar tres meses a reducirse a 15 días", se lamenta Ferrán. "Mi vida de ahora es mucho más complicada. Hay 200 cosas que rodean a este mundo de las que no eras consciente antes", comenta Herreros mientras Azofra confiesa que lo único que no ha cambiado en su vida es "el ambiente que se respira en el club colegial". "Cambia el punto de vista. Ya no eres jugador, ahora tu cometido es otro. Con 19 años como profesional jugar al baloncesto era mi rutina y como jugar no hay nada, por mucho peso que tenga el entrenador o el director deportivo".

Cada uno tuvo su despedida: Ferrán lo hizo con una victoria ante el Caja Laboral y una rueda de prensa en la que se le escaparon las lágrimas; Azofra vestido de torero en un homenaje que le ofreció el Estu y Herreros con aquel triple que aún sobrevuela el Buesa Arena. "Es la canasta que todo el mundo recuerda y el sueño de cualquier jugador. Meter una canasta que da un título. Pero sería injusto quedarme sólo con ella".

¿Y el baloncesto también ha cambiado en estos años? "Se da demasiado el juego-control, la pizarra. Hay poco contraataque. La ACB es poco dada al juego rápido y a la creatividad", se lamenta Azofra, que añade que también "hay cosas a corregir y a mejorar en la competición". "El calendario es más complicado. Creo que los jugadores de ahora físicamente son mejores que nosotros, pero el entendimiento entre ellos es peor", señala Herreros que recuerda sus años junto a Azofra en el Estu. "Somos de la misma quinta y debutamos los dos juntos en la temporada 1988-89. Era un gran compañero y es un gran amigo. Anda que no nos divertíamos juntos, Nacho".