R.J. Barrett: para algunos, el mejor jugador NBA del draft 2019
El alero canadiense apuntaba a número 1 antes de la explosión de Zion Williamson, su compañero en Duke. Tiene perfil claro de futura estrella.
Número del draft: 3 (New York Knicks)
Edad: 19 años (14 de junio de 2000 en Toronto, Canadá)
Altura y peso: 2,01 y 92 kilos.
Universidad: Duke (2018-19)
Estadísticas NCAA: 22,6 puntos, 7,6 rebotes y 4,3 asistencias.
Puesto: Alero
RJ Barrett estaba llamado a ser el número 1 de consenso de esta generación rookie y una gran estrella de la NBA, papel para el que parece hecho (sólo hay que verlo jugar) con el mismo molde que muchos de los grandes aleros de la historia. Lo primero dejó de ser así con la explosión del fenómeno Zion Williamson, su compañero en una decepcionante temporada de Duke. Y quizá por eso ha quedado en un segundo plano que la otra parte sigue ahí: pase lo que pase con Zion, Barrett apunta a gran estrella y puede acabar siendo el mejor jugador de este draft. A eso parecía destinado.
Barrett ha jugado una muy buena temporada en Duke, no siempre al nivel que se esperaba y desde luego bajo la sombra gigantesca de Zion, pero sus números han sido excelentes, su reacción como líder tras la lesión de rodilla de Williamson también, y su lucha en la derrota final en el torneo ante Michigan State, ejemplar. Barrett es un alero con el físico ideal para la NBA, capacidad para echarse a su equipo a la espalda, instinto para defender y mucha facilidad para anotar, hasta ahora más yendo hacia el aro y moviéndose entre el tráfico de las zonas (algo mucho más complejo en la NBA) que con un tiro exterior en el que funciona por rachas de confianza y con una selección de lanzamientos que tiene que mejorar. A veces las grandes promesas como él parecen tocar techo en el instituto y crecer más despacio después, pero su progresión también ha sido visible en el manejo de la bola, la ejecución del pick and roll, la capacidad de pase... Barrett iba para estrella y todavía apunta a ello. Para algunos (no muchos ya, eso sí), tal vez mejor que Zion para un ecosistema profesional en el que es un proyecto mucho más prototípico que su ya excompañero en Durham.
Canadiense, fue una noticia de primera página en su país hasta que dio el salto a la Montverde Academy de Florida en 2015. Y de ahí a Duke tras descartar a todo el resto de grandes universidades, un proyecto cinco estrellas y el número 1 del país antes del curso NCAA. Su padrino es Steve Nash, con el que empezó a entrenar siempre que podía a partir de los 12 años, edad en la que dejó a un lado el football y el atletismo después de salir malparado de un partidillo y prometerse que sería la última vez que le sucedía algo parecido. Su padre, canadiense de origen jamaicano e íntimo del mítico exbase de Mavericks y Suns, fue jugador, y su madre, estadounidense de nacimiento, velocista. Incluso tiene una tía que corrió el relevo 4x100 con la selección de Jamaica. En 2017 llevó a Canadá al oro en el Mundial Sub 19 de Egipto, pasando por encima de EE UU en semifinales. Algunos le comparan con Grant Hill o Tracy McGrady, otros creen que puede ser el tipo de estrella que cada vez parece más difícil que acabe siendo otro talento precoz como Andrew Wiggins... el caso es que RJ Barrett no es Zion pero no hay que descartar que pueda acabar siendo tan importante como él... o más. Es carne de estrella NBA.