Horas después del histórico triunfo ante los Sixers de Philadelphia, Sergio Scariolo ya trabaja a toda mecha en las oficinas de los Raptors preparando la final. El técnico italiano, que atiende con su habitual exquisitez a As, se ha convertido en el hombre de confianza de Nick Nurse y en los últimos 25 partidos se ha hecho cargo de toda la estructura ofensiva de Toronto. Su imagen mirando cómo volaba el lanzamiento de Kahwi Leonard fue comentadísima en redes. Así está viviendo esta apasionante aventura el entrenador de Brescia.

-Le preguntaría si celebró la canasta de Kahwi como aquella de Pepe Sánchez que le dio una Final Four al Unicaja pero igual es quedarse muy corto. ¿Cómo lo vivió?

-El baloncesto vive de momentos así. Lo cruel y lo bonito. Tanta pasión de la gente, tanta inversión de las franquicias. Cuántas cosas en juego. Yo he vivido lo bueno pero también lo malo. Como en aquel triple de Teodosic. No sé. Esto ya es algo que te afecta relativamente en cuento a repercusión. Es una jugada límite, es una expectativa que después trae una explosión o una decepción. Ves todas esas cabezas encogidas mirando a ver qué pasa con un balón...

-Baloncesto en estado puro.

-No sé cómo hay gente, incluso dentro del baloncesto en España, a la que ha podido pasarle por el cerebro quitar el playoff. Tiene momentos mágicos. Nosotros por ejemplo hemos tenido momentos mejores y peores en la serie. Lo importante fue levantarse en los momentos difíciles. Creo que ese empate en el cuarto partido fue básico.

-A principio de temporada, en una entrevista a As justo antes de empezar la temporada, ya dijo que Kahwi estaba al nivel de los mejores. Los hechos le han dado la razón.

-Lo del domingo, pese a tener gran repercusión, no me añade información nueva. No negaré que el tiro tuvo un punto de suerte. Pero lo que está haciendo Kahwi esta temporada lo eleva a la altura de LeBron y Durant.

-¿Cómo es Kahwi?

-Un tipo muy normal. No es un tío que hable cuando no haya que hablar pero si tiene que hablar y toca, habla. Es un tío serio, profesional, un espectáculo en la cancha. Un jugador que además sabe escuchar. No da alegría a la fiesta. Tal vez no sea un líder en el sentido de líder vocal, que eso lo sea más Kyle Lowry. Es un líder porque es respetado. Un tipo familiar con un gran equilibrio emocional. Digamos que es capaz de estar diez grados por debajo de la temperatura normal cuando los partidos están calientes para tomar las mejores decisiones,

-¿La celebración del vestuario tuvo mucho que ver con cómo se vive en el baloncesto europeo?

-Al final son emociones. Pero nosotros no hemos ganado ningún título. Se vive con alegría y con episodios de euforia, pero sólo estamos en la final de conferencia.Me gustó cómo estuvo un jugador como Kyle Lowry, que ha estado aquí desde 2012 (vivió la otra final de conferencia). Les dijo a los chicos que lo celebrasen pero que el día siguiente vinieran con los cinco sentidos para preparar la serie ante Milwaukee.

-¿Condiciona al cien por cien Antetokounmpo la serie ante los Bucks? En el sentido de que puede ser una partida de ajedrez, proteger la zona pero liberar tiro exterior incluso de pívots como Brook López.

-Pues no lo veo tanto así. Vamos a dar que Antetokounmpo sea el mejor jugador del año de la NBA. Tal vez esté entre los cinco mejores, sí. Pero dando que fuera el mejor, creo que la fuerza de Milwaukee es el equipo, los buenos jugadores que tiene. La mejora de Bledsoe, Brook López. Puede mirar las estadísticas. Son buenísimos en un montón de aspectos distintos aparte de su superestrella. Son favoritos. No tienen una forma original de jugar al baloncesto pero sí eficaz. Y tienen compromiso y sacrificio.

-¿Qué papel puede jugar Marc en la serie? Ante Orlando y Sixers ha podido tener uno más concreto ante Vucevic o Embiid.

Ha sido clave ante Philadelphia, la manera en la que ha trabajado ante Embiid. Contra los Bucks también lo será pero no le vamos a pedir que vaya corriendo como loco a frenar tiros. Creo que su función como centro nos puede dar garantías para ser estable. Ellos tienen facilidad para sacar las faltas.

-¿Le gusta que la serie vaya a ser más seguidas en España por la presencia de Mirotic, Marc Gasol, Ibaka o la suya misma?

-No es un foco central para mí. Le digo la verdad. Cuando estoy en los Raptors lo tengo que estar al cien por cien. Así que si tengo que limitar a Nikola, ¡lo haré! (risas). Lo que sí es cierto es que me alegro mucho por él y por cómo le van las cosas.

-¿Qué le hubiera dado Pau a Milwaukee?

-Su conocimiento del juego, su experiencia, poder limitar a nuestrs penetradores, su capacidad para meter de tres en determinados momentos...

-Al inicio de la temporada comentó que no veía tanta diferencia entre Este y Oeste separando un poco el nivel de los Warriors. Todo lo que dijo se ha cumplido. ¿Dónde están ahora mismo?

-Creo que están los dos mejores equipos del Este en la final. Así como los Sixers han competido hasta el final, Boston ha decepcionado en la semifinal de conferencia. Imagino una final de conferencia con momentos de calidad de juego y otros marcados por la tensión competitiva. Ellos nos han ganado en el balance de la liga regular. Vamos con humildad y sabiendo las cosas que tenemos que hacer mejor si queremos igualarles.

-¿Se está divirtiendo? Porque, desde luego, lo parece.

-Sin duda. Hay momentos duros porque se trabaja, se viaja. Estás en un proceso de inmersión total en baloncesto. Me ha permitido mejorar, reflexionar, he recibido una misión se podría decir especial en los últimos 25 partidos (responsable de la faceta ofensiva). El nivel físico es tan alto que sé que luego (cuando le toque el momento de la Selección) tendré que reciclarme pero también me encantará y será fantástico.