Marc contra Embiid y el partido más importante en la historia de los Raptors: "Hay que crecer"
Esta noche (01:00 hora española), Raptors y Sixers se juegan en Toronto el pase a la final de Conferencia. Marc resuelve su duelo con Embiid.
Esta noche (01:00, hora española) se juega el séptimo partido de la semifinal del Este que enfrenta a Toronto Raptors y Philadelphia 76ers. Los canadieneses, se lo ganaron durante la temporada (que en gran parte se juega precisamente para eso) tienen a su favor el impulso del Scotiabank Arena. El factor cancha. En contra, la historia. En 2016 jugaron la única final del Este que figura en su currículum. Desde entonces han ganado 51, 59 y 58 partidos de Regular Season pero han caído en 2017 y 2018 en esta misma ronda. Hasta ahora la razón había sido siempre LeBron James y sus Cavaliers. Sin él, el Este se abría de par en par con cuatro pretendientes obvios en la parrilla de salida: Celtics, Sixers, Raptors y Bucks. Durante toda la temporada intuíamos que los cuatro se las verían, quedaba por ver con qué parejas finalmente, en una ronda de la que saldrían dos equipos inevitablemente tocados. No tanto los Bucks, que en todo caso ya esperan a ver qué pasa esta noche para saber quién les visita el miércoles en el primer partido de la final del Este. Sí, por unos u otros motivos, los otros tres. Los Celtics ya están de vacaciones, y con un tremendo sabor a fracaso y una situación más peliaguda de lo esperado de cara a un verano crucial. Esta noche, pase lo que pase, otro equipo quedará muy tocado y enfrentado a un futuro incierto.
Los Sixers aceleraron el Proceso y lo apostaron todo al presente (sin LeBron...) con las llegadas de Jimmy Butler y Tobias Harris. Los dos y JJ Redick acaban contrato en verano, el 60% de uno de los mejores quintetos iniciales de la NBA. Quedarían en todo caso Joel Embiid y Ben Simmons, pero les rodearían las dudas en caso de una derrota que dejaría a los que parecían hace un año favoritos para el Este post LeBron, Celtics y Sixers, en el diván del psiconalista. Lo que ha sucedido ha sido, en gran parte, Giannis Antetokounmpo. Los Sixers están siendo un equipo difícil de descifrar y anticipar, de puerta grande o enfermería. Capaces de parecer absolutamente incompetentes o definitivamente imparables, pondrán a prueba los nevios del Scotiabank, una reunión de fantasmas en tiempo de playoffs para la que hay, en principio, un exorcista perfectamente cualificado: Kawhi Leonard.
Kawhi y Marc contra las sombras del pasado
La llegada de Kawhi, una apuesta de un año similar a la que le salió bien a OKC con Paul George, era un intento radical de Masai Ujiri de evitar que su franquicia se estableciera definitivamente en tierra de nadie, fiable en Regular Season y temblorosa en playoffs. A préstamo el alero hasta este verano, nada de lo que sucede en Toronto se puede separar del intento por venderle las bondades de la continuidad más allá de julio. Para eso, una victoria hoy también sería crucial. Kawhi, en realidad una incógnita tras su esperpéntico último año en San Antonio, se ha vuelto a poner en Canadá a la altura del top 3 de jugadores de la NBA. Y los últimos rumores hablan de buena sintonía ante un posible nuevo contrato en los Raptors. Curiosamente, mucho de todo eso se decidirá ante los mismos Sixers que les eliminaron en 2001, también en semifinales y en el séptimo partido. En Philadelphia, Vince Carter falló sobre la bocina y fueron (88-87) los Sixers de Allen Iverson los que avanzaron y acabaron enfrentándose a los Lakers de Shaquille O'Neal y Kobe Bryant. Sí: de fantasmas saben un rato largo en Canadá.
Así que en Toronto existe la convicción de que este es el partido más importante de los 24 años de historia de la franquicia. Porque sin LeBron se sienten capaces de llegar por primera vez a las Finales y porque de Kawhi depende su presente pero también su futuro. Para evitar otra desazón, llegó él y llegó después, a mitad de curso, Marc Gasol, otro cuyo futuro puede decidirse en buena medida esta noche: con 34 años, Marc decidirá en verano si se convierte en agente libre o se acoge a su player option para la temporada 2019-20, que jugaría por 25,5 millones. Las alternativas son firmar un contrato más largo aunque con menos carga anual para la franquicia en Toronto... o cambiar de aires solo unos meses después de una llegada orquestada para, precisamente, dar un salto de calidad en estos playoffs. Y por ahora el español está cumpliendo. Secó a Nikola Vucevic en primera ronda y está siendo en general muy efectivo contra Joel Embiid, al que da más problemas que cualquier otro defensor en toda la liga. Con Marc en pista, Embiid (autodefinido como "el jugador más difícil de parar de la NBA") baja sus posesiones en pintura de 7,4 a 4,2, sus puntos por 100 posesiones de 37 (su cifra contra el resto de rivales) a 21 (y su media total contra Marc en las dos últimas temporadas está en 19) y su porcentaje en las suspensiones fuera de la zona del 34 al 27%.
Marc, por lo tanto, está en el centro de una de las batallas que decidirán esta noche la suerte de Raptors y Sixers y la forma de las finales de Conferencia que anteceden a la lucha por el anillo. Kawhi Leonard habla de que su equipo solo tiene que "divertirse" y el entrenador Nick Nurse asegura que los mejores jugarán lo que sea necesario (en Philadelphia hace una semana, en el cuarto y perdiendo 1-2, ya redujo su rotación a esencialmente seis jugadores) y advierte de la templanza necesaria por tratarse de un séptimo y por lo irregular que ha sido una serie muy cambiante entre unas noches y otras. Y Marc lo centra todo en una palabra: crecimiento. "Me gustó cómo reaccionamos tras perder el primer partido contra los Magic en nuestra pista, o contra los Sixers después de estar con un 1-2 en contra. Eso demuestra el crecimiento que tenemos que enseñar también en este partido. Y eso se hace sobre todo cuando las cosas no van bien, el ritmo al que se crece no siempre lo puede marcar uno mismo, a veces hay que hacerlo te guste o no y cuanto toca. Eso es lo más importante. Tenemos que centrarnos en controlar aquello que podemos controlar", asegura el pívot español, a 48 minutos de su segunda final de Conferencia después de la que jugó con Memphis Grizzlies en 2013.
Controlar el rebote, igualar la energía de los Sixers y no dudar cuando hay opciones francas de tiro son las claves que señala Marc, que reconoce que los hombres altos tienen que lanzar cada vez que Joel Embiid se queda cerca de su aro. Si obligan al camerunés a salir de la pintura, abrirán vías de agua que podrán ser aprovechadas por Kawhi y Siakam en un duelo en el que cualquier aportación del banquillo será clave ya que los Raptors empeoran incluso los problemas de segunda unidad que tienen los Sixers. Con el mejor quinteto por números de todos los playoffs, la escasa producción de VanVleet y Powell por fuera y la falta de piezas más allá de Ibaka por dentro, ponen a Nurse en situación de, seguramente, exprimir al máximo hoy a sus titulares. Es el día para hacerlo, desde luego: seguramente el partido más importante, por ahora, en la historia de los Raptors. O eso dicen en Canadá.