El Palencia empata la serie y siembra dudas en el Bilbao
Durmió el segundo partido antes del descanso y se lo llevó con el triángulo Zubizarreta-Vasturia-Gustys. El lunes se reúne la ejecutiva de la FEB para decidir la sede de la Final Four y Miribilla es clara favorita ante Palma.
El playoff de la LEB está siendo maravilloso. A la espera del segundo Palma-Granada de esta tarde, en la única ronda de la categoría ya van cuatro victorias a domicilio. En Miribilla el Palencia empató a uno ante el Bilbao y puso incertidumbre en un cruce entre el segundo y el noveno de la fase regular, ahí es nada, dos en los extremos, en A Coruña y Almería, por trasladarlo a las antípodas peninsulares. El equipo castellano hizo un trabajo impecable, una labor muy distinta a la del viernes, elevando el listón físico a cotas inimaginables y marcando un ritmo pausado de la mano magistral de Zubizarreta. Encontró los puntos débiles del adversario y este no supo hallar el antídoto. El REtabet se encontró un panorama tan distinto que se bloqueó, no se sintió cómodo, y las pérdidas en momentos cruciales acabaron por condenarle. El panorama tras la batalla es desolador: Demetrio y Larsen fueron atendidos en vestuarios en el hombro, el pívot brasileño en la ceja, Schreiner en la cadera y Lammers en el pómulo. Casi todos por chocar con Gustys, uno de los tipos más rocosos que se pueden encontrar en la LEB (se llama Rokas, en plan chiste fácil). Zubizarreta se vuelve a casa con un esguince de tobillo pero con la moral por las nubes. El 29-19 en faltas no parece justo.
El partido comenzó a todo tren, a un ritmo que le convenía a un Bilbao Basket mucho más profundo y con más armas de destrucción. Es muy superior por dentro y si encima acertase en el perímetro, la eliminatoria se quedaría en plan monocolor. Cuatro jugadores distintos anotaron triple en los compases iniciales para ir allanando el terreno: 16-8 en seis minutos. Mumbrú había establecido un plan de salir de nuevo a fuego, mientras Marco quería jugar en medio campo para que el partido no se hiciera excesivamente largo. La cuenta local seguía engordando cuando salió el microondas Lammers y su socio Salgado. Ambos conectaron en el enésimo alley-oop de la temporada para fijar el 22-13. El pulso empezó a trabarse con mil faltas y manotazos cada vez que un jugador cortaba hacia el aro o trataba de hacer carrera en la pintura. Una antideportiva a Cruz elevó la temperatura de Miribilla, que esta vez sí reprodujo aquel célebre 'efecto' que le hizo famoso. Lammers seguía a lo suyo: le dan un sopapo involuntario y no protesta, puso un tapón a dos manos al inocente Kone como en un bloqueo de voleibol, conectó con el base...
El Palencia tenía que dormir la escena. En el segundo cuarto paró el partido, que se desligó definitivamente del choque del primer día. Zubizarreta empezó a manejar el choque y Vasturia mostró su clase en entradas a canasta tan elegantes como fructíferas. El empate llegó a falta de 1:04 para el descanso, a 35. El RETAbet ya no cogía postura, no podía correr y dejó de buscar el tesoro por dentro, donde le colapsaba el rival. Y no había forma de desatascar por fuera: en el segundo acto hizo un 1/9 de en triples. La esperanza era sacar chispa en cualquier momento, ir madurando al púgil palentino hasta que cayera. Pero tras el descanso, tres canastas seguidas de Gustys inyectaron las dudas al equipo de Mumbrú. En el Chocolates Trapa iban apareciendo efectivos para sumar. Luego Grimau, que con un 2+1 puso la máxima diferencia morada: 40-48 (con 0-11) a falta de 6:11 para el último cuarto.
Las faltas empezaron a agobiar a los vizcaínos: Lammers llevaba tres en el ecuador del tercer acto y Brown llegó a la cuarta. Sanz seguía estirando la alegría para el Palencia: 44-57 a falta de 13:59 tras dos tiros libres de Otegui. El Palencia tuvo una lectura de partido perfecta, buscando siempre algo por dentro: o faltas o puntos, y colapsando su zona en defensa, llevando al Bilbao Basket a asustarse y a que fuese Rigo el que tuviera que tomar la responsabilidad en el tiro. El tercer cuarto lo cerró el segundo clasificado de la fase regular con 1/10 en triples. Vasturia empezó el último con un 2+1: 50-66 a -9:27. Los locales le invadió la impotencia y cuando los árbitros no pitaron pie en una jugada clara, la gente explotó y con ella un Mumbrú castigado con técnica. Ambos equipos iban salpicando defensas zonales y el partido se trabó aún más. El Chocolates Trapa seguía a lo suyo: Zubi metió una canasta clave a media distancia y Grimau, una bandeja tras un robo en primera línea. Mumbrú lo intentó con dos bases y dos cincos, pero no cambió el monólogo. Necesitaba puntos y debió meter antes a Brown, aunque no tenía su tarde.
Todo queda para Palencia, mientras el RETAbet quería ver una alfombra mágica hacia la ACB que aún no puede desplegar. La ejecutiva de la FEB se reúne el lunes para designar sede de la Final Four definitiva y casi todos los miembros tienen claro que Bilbao será la elegida, en detrimento de Palma. Servirá de poco si el Bilbao Basket no pasa el playoff. La serie viaja a la cancha caliente de Palencia. No andaba nada bien el equipo castellano últimamente en su casa, pero con el subidón de hoy todo es posible. ¿Quién se atreve a afirmar que el cruce no vuelve a Miribilla?