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LIGA ENDESA | JORNADA 29

Eriksson deja herido de muerte al Movistar Estudiantes

El sueco firmó 20 de sus 25 puntos en un tercer cuarto soberbio. Brizuela se lesionó (esguince en la rodilla derecha). La grada pidió la dimisión de la directiva y de Berrocal.

GRAF8703. MADRID, 27/04/2019.- El jugador sueco del Herbalife Gran Canaria Marcus Eriksson (c) disputa un balón con el jugador del Movistar Estudiantes Víctor Artega (i), durante el partido correspondiente a la vigésimo novena jornada de Liga Endesa, disputado en el Palacio WiZink Center, en Madrid. EFE/ Ángel Díaz
GRAF8703. MADRID, 27/04/2019.- El jugador sueco del Herbalife Gran Canaria Marcus Eriksson (c) disputa un balón con el jugador del Movistar Estudiantes Víctor Artega (i), durante el partido correspondiente a la vigésimo novena jornada de Liga Endesa, disputado en el Palacio WiZink Center, en Madrid. EFE/ Ángel DíazAngel DiazEFE

El Movistar Estudiantes mira a los ojos del abismo. A falta de lo que ocurra con el resto de la jornada, el equipo colegial sumó una nueva derrota, esta vez ante un rival directo como el Herbalife Gran Canaria, y se queda con solo diez victorias con el Breogán a una y el Murcia (un partido menos) y el Gipuzkoa, los límites de la salvación, a dos. Y lo peor no es el presente, sino el futuro: Unicaja, Madrid y Valencia. Las bestias vienen y los estudiantiles están en coma.

La defensa ya no es una incógnita en cada partido, sino en cada cuarto y al ataque no le sobran puntos: a Gentile no se le espera pronto y Brizuela tuvo que abandonar el encuentro en el segundo cuarto por una lesión en la rodilla derecha. Sufre un esguince del ligamento lateral externo, aunque podría llegar al partido del jueves contra el Madrid (9 de mayo). El resto son Clavell y Cook... Whittington y Caner-Medley viven de la inspiración, y la segunda unidad es un abismo. Más mala pinta. Y así es difícil que ritmo, constancia, ímpetu y concentración duren 40 minutos, como pasó frente a un Gran Canaria que respira tras este triunfo: los isleños sacan un poco la cabeza con su undécima victoria del curso.

Los colegiales tuvieron vida durante 27 minutos, el tiempo que tardó Rabaseda en salir del banquillo y dejar en nada una renta de 6 puntos (62-56) con ocho tantos casi seguidos y poner la primera piedra a un parcial 0-8 que creció hasta el 7-21 (69-77) en apenas cinco minutos. Atrás quedó el gran arranque de Clavell y la enésima vez que Cook tuvo que ponerse de francotirador. Todo fue un simple sueño que Marcus Eriksson se encargó de desquiciar. En ese lapso, el sueco devoró la carne de su presa cuando logró deshacerse de la buena defensa de Adams Sola (lo mejor del Estu este sábado). Una victima que no supo aprovechar las bajas de Balvin y Báez, y que perdió todo el rumbo sin Brizuela y cuando se vio tan abajo en el marcador.

El sueco embocó tres triples para firmar 20 de sus 25 puntos (7 de 11 de tres) en el tercer cuarto. El Granca ya tenía la ventaja y la hizo aumentar desde el perímetro: once en los 15 minutos que pasaron desde el descanso hasta el ecuador del último periodo. Cerraron el duelo con 19 de 33, récord histórico del Herbalife. Una barbaridad que los colegiales no pudieron detener.

La avalancha era tan grande que los pitos atronaron el WiZink Center al acabar el duelo. Los gritos de '¡Berrocal, dimisión!' y '¡Directiva, dimisión!' sonaron en las gargantas de unos aficionados que asisten, de nuevo, a otro suicidio estudiantil. Uno que ocurre año tras año y al que nadie pone remedio. Solo parches que con el paso de una temporada a otra se quedan obsoletos, en la mayoría de las ocasiones por tratar de hacer experimentos con la Coca-Cola como poner a entrenadores de poca experiencia en la élite a dirigir plantillas deficientes en cada puesto. El tiempo para el Estudiantes se acaba y sus constantes vitales casi no se sienten.