La serie entre los Bucks y los Pistons llegaba a Detroit después de un dominio aplastante de los primeros en los dos partidos de Milwaukee. La buena noticia para los ahora locales era el regreso de Blake Griffin. La estrella del equipo, que se suponía que se iba a perder toda la eliminatoria por una lesión de rodilla, regresó en el tercer encuentro. Su equipo lo notó hasta mediado el segundo cuarto, momento en el que Griffin tuvo que sentarse por un golpe en el hombro y el partido se les fue para siempre.

Hasta entonces el ala-pívot se mostró muy activo, dando la sensación de estar completamente recuperado y haciendo daño al rival desde todas las posiciones. Acabó con 27 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias y 2 robos y, en esos momentos iniciales, un sople de esperanza flotaba por el Little Caesars Arena. Pero con menos de cuatro minutos del segundo cuarto una jugada lo cambió todo. Griffin le robó un balón a Antetoukounmpo cuando el griego intentaba una penetración a canasta. Un gran movimiento defensivo del de Detroit que, sin embargo, le iba a dejar con dolor en el hombro tras el choque y le iba a sacar del partido durante unos minutos.

Fueron unos 5, no mucho más, pero suficiente para que cuando volviese los Bucks ya fuesen ganando de 15. A partir de ahí todo fue irremediablemente camino a la tercera victoria de los visitantes. Antetokounmpo (14+10+3) empezó a hacer de las suyas, a Brook López (19+7 y 5 tapones) le entraban los triples y Bledsoe (19+6+5+2) se movía por la zona de los Pistons como si se tratase de su propia casa.

Aún así el destino le tenía guardada una última oportunidad a los Pistons de demostrar que podían alargar la serie. Al poco de empezar el tercer cuarto le pitaron dos faltas muy seguidas a Giannis, que se ponía con cuatro personales. Budenholzer le mandó al banquillo. Ahí fue cuando de verdad quedó claro que no hay eliminatoria. Sin el griego en la pista los locales fueron incapaces de hacerle el más mínimo daño a su rival. Es más, jugaron peor que nunca en el partido. Por si quedaba alguna duda de quién iba a ganar, Khris Middleton (20+8+4), el mejor a la postre, les dio el estacazo definitivo. En cuanto a los españoles, Mirotic metió 12 puntos en 14 minutos y Pau Gasol sigue sin jugar por sus problemas físicos.

Ésta está siendo, con mucha diferencia, la serie más desequilibrada de estos playoffs. Es, de hecho, la cuarta de la historia con mayor diferencia de puntos después de los tres primeros partidos (+72 Bucks). Y la derrota de esta noche también es la 13ª consecutiva de los Pistons en post temporada, igualando la peor racha que tenían los Knicks entre 2001 y 2012. En Detroit no ganan un encuentro en la lucha por el anillo desde 2008.

Los Bucks llevan 17 temporadas sin ganar una eliminatoria de playoffs. En la madrugada del lunes al martes (02:00) pueden romper esa racha. Pero aunque no sea entonces, todo hace indicar que, esta vez sí, en Milwaukee van a estar en semifinales de conferencia. No sólo porque son infinitamente superiores a su rival, sino porque nadie ha remontado jamás un 3-0 en contra.