El formato de la ACB 2019-20 es todavía una incógnita
No se incluyó en el orden del día de la pasada Asamblea y los clubes esperan noticias. Cualquier cambio debe ser aprobado por el 75% de los equipos.
El formato de la ACB 2019-20 es todavía una incógnita. Aunque su presidente, Antonio Martín, había avanzado el pasado otoño en un nuevo sistema de competición del que As desveló sus líneas maestras el pasado 13 de septiembre, en la última Asamblea no se incluyó en el orden del día y continúa siendo un misterio. Los clubes tienen la expectativa de una convocatoria en los próximos días previa a los playofss pero, de momento, no hay fijada una nueva reunión de los clubes.
El formato, en el que la ACB había trabajado con esmero y que además incluía una buena y necesaria noticia para los jugadores, la reducción de partidos (de 34 a 30), se ha ido encontrado con varios obstáculos en el proceso. Para empezar, el playoff de descenso. Para dar emoción a la competición, la ACB planteó un formato en el que el último clasificado bajaría a LEB Oro mientras que el penúltimo y el antepenúltimo se medirían en un playoff. Los modestos no estaban del todo convencidos por diversos factores y esa idea, en principio, se descartó.
El pretendido nuevo formato también incluye un playoff de octavos entre el quinto y el duodécimo clasificado (los cuatro primeros iban directamente a cuartos) que sí había sido bien recibido por norma general. En el aspecto que sí había reticencias por algunos clubes medianos era en el descenso de partidos, que podía generar malestar en los socios y podría obligar al descenso de los abonos. Además, se creaba una zona de nadie entre el noveno y el décimo clasificado. Quien quedase décimo jugaría más partidos en casa que el noveno a la siguiente temporada. Una situación algo contradictoria.
A la ACB le han sobrevenido durante el curso un par de problemas más. Uno, el volcánico desenlace de la final de Copa que acabó con la filtración del Madrid sobre un supuesto adiós a la Liga Endesa. Y luego, la última Asamblea con la polémica del calendario y un cambio en los estatutos que desbloquea el derecho de veto de los grandes. A partir de ahora, la aprobación de cualquier cambio sólo tendrá que tener el voto favorable del 66% de los clubes y no del 75%. Eso resta poder de Madrid, Barça y Baskonia. Pero tiene un asterisco relacionado precisamente con el sistema de competición. El cambio de formato sí tendrá que ser aprobado por el 75% de los clubes, lo que permitiría a los tres grandes contar con el apoyo de Unicaja y Valencia en caso de necesidad. De momento, habrá que esperar al menos hasta la próxima Asamblea para ver si confirman los cambios diseñados desde otoño.