NBA | PLAYOFFS 2019 | ANÁLISIS
Sixers-Nets: todos pendientes de la rodilla de Joel Embiid
Los problemas físicos del camerunés marcan esta eliminatoria en la que los Sixers son muy favoritos. Pero no deberían subestimar a los Nets...
Temporada 2015-16: los Sixers, en su metodología de reconstrucción (el Proceso) ganan 10 partidos y son el peor equipo de la temporada. El tercero por la cola son los Nets, que suman 21 victorias y están en su propio infierno, un trayecto complicadísimo pero gestionado con maestría por Sean Marks en los despachos y Kenny Atkinson en pista. Ahora ambos equipos se enfrentan en los playoffs de 2019. Los Sixers (37 victorias en tres temporadas de 2013 a 2016 y 103 en las dos siguientes) son uno de los poderosos de la NBA. Los Nets son un milagro que ha certificado el billete de regreso a los playoffs mucho antes de lo esperado. Y también apunta alto en el Este.
Todo ha ido muy rápido para dos franquicias históricas y en serios apuros hace bien poco. Eso sí, la exigencia es muy distinta: los Nets no tienen nada que perder y los Sixers se darían un costalazo tremendo si cayeran a las primeras de cambio. Son muy favoritos, pero se enfrentan a un rival difícil, que sabe cómo hacerle daño, y lo hacen con dudas sobre el estado de la rodilla de Joel Embiid, cuya participación no está asegurada para el inicio de la eliminatoria.
Enfrentamientos directos (2-2)
Los duelos directos son muchas veces engañosos y este caso es muy claro: los Nets se llevaron el primer duelo ante unos Sixers en los que eran titulares Fultz, Covington y Saric y en los que tuvieron muchos minutos Muscala y Shamet. Los cinco se han ido ya de Philly. Jimmy Butler ha jugado dos de los cuatro partidos y son los que ganó su equipo, uno de ellos con una canasta suya sobre la bocina. Solo uno de los cuatro se ha producido ya con la configuración actual de los Sixers, con Tobias Harris a bordo, y Caris LeVert, por ejemplo, se perdió dos. Así que el dato (2-2) no es muy relevante pero ahí está para quien quiera soñar con una serie igualada.
Philadelphia 76ers (3º, 51-31)
Segundo año por encima de las 50 victorias para una franquicia histórica que ha vuelto a la élite de la NBA y lo ha hecho convirtiendo la traca final de su Proceso en dos jugadores de primer nivel (Jimmy Butler y Tobias Harris) que se han sumado a las dos joyas de la corona (Ben Simmons, Joel Embiid) y a uno de los mejores tiradores de la NBA, JJ Redick, para formar un quinteto titular impresionante, a la altura de cualquier unidad que se quiera, tal vez solo por detrás de la mejor de los Warriors.
Por culpa de las lesiones, y eso ha sido un problema, este quinteto solo ha jugado diez partidos y ha coincidido en pista 161 minutos. En ellos, +17,6 de net rating: imponente. El problema es que ese dato baja a un simple +4 en cuanto se saca de la ecuación a Embiid, que llega con la rodilla tocada. Los Sixers tienen un banquillo cogido con alfileres, son irregulares y no siempre se ve con total claridad su plan de juego. Pero cuando afinan (y si Embiid está en pista, claro) parecen un equipo capaz de ganar una serie de playoffs a cualquiera.
Brooklyn Nets (6º, 42-40)
Es milagroso que los Nets estén ya en positivo y ya en playoffs, después de una temporada en la que las lesiones, además, no les han respetado demasiado y con un tramo final de calendario terrible, que casi les descabalga y para el que necesitaron un golpe de suerte en forma de bajada de tensión de algunos rivales que ya no se jugaban nada.
Pero el trabajo de Marks (general manager) y Atkinson (entrenador) está siendo espectacular, y la cultura que están construyendo, unida al escaparte ideal que es Brooklyn, convierte a los Nets en un actor a tener muy en cuenta en el mercado de agentes libres de este verano... y los siguientes. La apuesta por talentos que llegaban con interrogantes (D’Angelo Russell, Caris LeVert, Spencer Dinwiddie, Joe Harris), veteranos colectivistas (Ed Davis, Jared Dudley, DeMarre Carroll) y la formación de piezas de draft como Jarrett Allen y Rodions Kurucs da como resultado un bloque muy profundo, con muchos puntos, muy unido y que ha demostrado que no le tiene miedo absolutamente a nada.
La clave
Es una obviedad pero la clave es Joel Embiid. Si su problema de rodilla le aparta de los primeros partidos de la serie, los Sixers tendrán que hilar fino porque son además uno de los equipos que más cambia entre su rendimiento (óptimo) como local y el que ofrece fuera de su pabellón. Los Nets pueden hacer daño en cuanto aparezcan segundas unidades ante unos Sixers muy poderosos con su quinteto y en los arranques (+8,8 en diferencial de puntos en los primeros cuartos). Si los Nets aguantan en los partidos y explotan los problemas de personalidad que aún tienen estos Sixers, podrían tener opciones. Aunque estas serían muy pocas, en principio, si Joel Embiid está en pista. No solo promedia más de 27 puntos sino que la defensa de los Sixers es la cuarta de la NBA con él en pista y la 26ª cuando el camerunés no está.