El Gipuzkoa deja escapar con vida a un mal Valencia Basket

¡Cuántos tropiezos igual! El Gipuzkoa Basket se ha especializado en derrotas sobre la bocina, es el sino de un equipo que llama a la puerta de la LEB Oro desde hace tiempo, que ha fichado a dos jugadores y que no destituye al entrenador porque sabe que ni Obradovic podría hacer mucho más con estas herramientas. El cuadro guipuzcoano enterró buena parte de sus sueños de permanencia tras caer en los últimos segundos ante un Valencia que se encomendó a San Emeterio para llevarse un triunfo que estuvo muy comprometido en casa del colista (66-67).

Ambos equipos llegaban a este partido con sensaciones distintas: derrota en Liga en casa ante el Obradoiro y eliminado a las primeras de cambio en la Copa del Rey para los valencianos y un triunfo antes del parón y dos refuerzos durante el mismo para la ilusión en el lado guipuzcoano. Los donostiarras trataron de llevar la iniciativa pero inicialmente se encontraron con un acertado Labeyrie que logró los siete primeros puntos de su equipo, aunque el Valencia perdió la iniciativa y la volvió a ceder cuando entró en juego Tobey para acabar empatados al final del primer cuarto (14-14).

El Valencia daba la imagen de no jugar a tope, quizás pensando en compromisos más importantes la próxima semana en Europa, pero la inercia de su gran plantilla le valió para dominar a un rival que comenzó a vivir hasta el descanso del debutante Zeisloft, muy acertado desde el tiro lejano en su presentación. El equipo de Jaume Ponsarnau, que volvía a la casa en la que entrenó al GBC, se fue al descanso con una renta escasa pero suficiente para enseñar la matrícula a un conjunto vasco cogido con alfileres en su moral esta temporada (29-33).

La segunda parte también estuvo igualada, con la estela a seguir de los valencianos pero con los vascos dentro de partido y soñando con un triunfo que valdría oro en su lucha por la permanencia, sumado al logrado la pasada jornada en casa del Herbalife. Dos puntos de un oscurecido Nevells sirvieron para que los guipuzcoanos volvieran a ponerse por delante en el marcador (39-38) y, de paso, lanzar el claro mensaje de que quería competir hasta el final y vender muy cara su piel.

Apretaron los locales en los segundos finales del tercer cuarto para volver a desequilibrar mínimamente a su favor un choque igualado que se decidía por pequeños detalles, sobre todo los que aportaban Vives y Salvó. Illunbe apretó en el último acto, cuando vio que su equipo estaba vivo y con ganas de lograr el quinto triunfo con el 62-52 tras una canasta de Vobrov y gran defensa de los de Sergio Valdeomillos, de forma que comenzó a soñar con el triunfo.

Pero el Valencia supo recomponerse en los últimos minutos. San Emeterio puso por delante a los suyos con una canasta de mucho mérito a quince segundos del final y ahí se acabó el sueño local. El GBC no supo jugar su última posesión, que terminó con un tiro forzado de Nevells que chocó contra el aro, impidiendo el sueño donostiarra y dando el triunfo in extremis a los valencianos.