Es muy difícil ganar en la NBA con solo tres triples anotados de 24 intentos, el primero mediado el tercer cuarto y después de 14 fallos. ¿Y si encima se pierde el rebote 56-38 y se reparten diez asistencias menos? Tarea improbable... y completamente imposible si además, como los Clippers, se visita Denver para medirse a unos Nuggets que ganaron con rotundidad (123-96) y están otra vez a solo un partido de los Warriors en la lucha por la cabeza del Oeste pero, tan importante o más, con tres de ventaja sobre unos Thunder a los que reciben mañana en un partido que les puede dejar con mucha ventaja a la hora de tener el factor cancha en una hipotética semifinal de Conferencia que sería, por cierto, espectacular.

Los Clippers no pudieron hacer demasiado a pesar de las 22 pérdidas y los 12 tiros libres fallados por un rival muy superior. Y de las faltas que acumuló Nikola Jokic, que incluso así acabó con 22 puntos y 16 rebotes. Cuando se sentó, asumió la responsabilidad en Paul Millsap a su mejor nivel en mucho tiempo: 21+16. Entre los dos interiores más puntos (43) que todo el quinteto de unos Clippers (38) en los que Gallinari anotó 19 puntos pero el rookie Shai Gilgeous-Alexander se quedó en 1 con un 0/9 en tiros por ejemplo. Tampoco el banquillo hizo la labor de otras veces, aunque Lou Williams se fue a 24 puntos.

Los angelinos quedan 33-28, el mismo balance que los Spurs, séptimo, y las mismas derrotas que los Kings, novenos. Este era mucho partido ante un rival de profundidad inacabable, seguramente el roster más completo de toda la NBA, ya con Isaiah Thomas integrado (10 puntos), Gary Harris recuperado y muchos jugadores que pueden aportar más allá del núcleo duro que forman Jamal Murray, Paul MIllsap y Nikola Jokic. Juancho Hernangómez jugó 12 minutos en los que sumó 1 punto y 3 rebotes. Si ganan mañana a los Thunder, los Nuggets tendrán muy amarrado el segundo puesto del Oeste... como mínimo.