Los Mavericks jugaron por segundo partido seguido sin Luka Doncic, que arrastra problemas en el tobillo derecho y que desde el 13 de febrero solo ha jugado el Rising Stars del All Star Weekend. Cortos de efectivos de por sí tras el traspaso por Porzingis y la salida de Harrison Barnes hacia Sacramento, los Mavs parecían víctima fácil en Salt Lake City... si no fuera porque los Jazz venían de la doble prórroga ante los Thunder una noche antes. En las dos últimas temporadas, nadie (0-5) había ganado en back to back tras dos prórrogas en el primero de los dos choques... después de esta jornada, la cosa queda 1-6 tras la derrota en su pista de los Thunder (agotados) y el triunfo en la suya de los Jazz (también agotados): 125-109. Afectó menos el cansancio de unos que las limitaciones de los otros, que jugaron con un quinteto en el que estaban Brunson, Finney-Smith, Hardaway, Mejri y un Dirk Nowitzki que fue titular por primera vez esta temporada y alcanzó su tope de anotación en el curso (15 puntos).

Los Jazz (61-58 al descanso) pisaron el acelerador en defensa a partir del tercer cuarto, e incluso así tuvieron que sortear un último susto cuando los puntos de Nowitzki pusieron un 86-83 ya en el último cuarto. El golpe final lo aplicaron entre Favors, Crowder (22 puntos) y los triples (5/9, 18+5+6) de Joe Ingles. La culminación al gran trabajo de Donovan Mitchell (25+8+6) y Ricky Rubio (25+4+5), ambos además con un buen 8/14 en tiros después de jugar más de 41 y 46 minutos una noche antes.

Los Mavs (26-33) suman ya cuatro derrotas seguidas y van asentándose entre los diez peores equipos de la temporada. Una buena noticia para ellos (si su pick es top 5) o para los Hawks, si la lotería lo deja lo más arriba posible a partir del seis. Los Jazz (33-26) cerraron un triunfo necesario en un Oeste en el que si van sumando se acercan al cuarto puesto pero si pierden más de la cuenta se pueden ver todavía cerca del abismo... A priori uno de los billetes para los playoffs es suyo. Solo tienen que amarrarlo, y para eso no pueden fallar en partidos como este. Y no lo hicieron, a pesar del evidente agotamiento.