NBA | WARRIORS 125 - KINGS 123

Los Kings dejan otra buena impresión pero Curry decide

Curry metió 10 triples y lideró a su equipo. Brillaron Green, Durant y Thompson, pero los Kings tuvieron opción de ganar hasta el último segundo.

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Buen partido en la Bahía después del parón del All-Star de Charlotte. Los Kings dieron la talla y estuvieron cerca de dar la campanada en el Oracle Arena, pero Curry lo impidió junto a sus chicos para coger de nuevo el camino de la victoria, el que les hace mirar a todos los equipos de la Conferencia Oeste desde arriba.

Un primer cuarto de tanteo ya dejaba entrever que iba a ser un partido conflictivo para los campeones. No se despegaban pese a que el ambiente era más festivo que en otros días. Los Kings son un equipo con fondo de armario, gente joven y con hambre, buena rotación y mejores fichajes tras el último mes.

Un mate de Curry fue el ejemplo perfecto: el '30' machacó a dos manos, se echó las manos a la cabeza a modo de broma mirando hacia su banquillo para celebrarlo y el rapidísimo De'Aaron Fox se fue como una centella hacia el otro aro para castigarle metiendo un 2+1. Sacramento venía a competir y no a sólo jugar.

En el segundo cuarto se pusieron a once (43-54, minuto 20) y Curry y Durant quisieron cargarse la diferencia en apenas dos minutos, pero sólo se acercaron. Un matazo de Iguodala dejaba en dos la diferencia al descanso, pero sólo fue algo pasajero. La salida de vestuarios fue fulgurante y los visitantes se fueron de nuevo muy por arriba (63-72, minuto 26). KD, con dos triples y un matazo, era el que sí forzó, ya al final del tercer periodo, la remontada definitiva. 

Y quedaba el final, ver quién se llevaba este thriller. Y fue bonito. Tres triples de Curry anulaban el esfuerzo de Marvin Bagley, que fue el mejor de los suyos con 28 puntos y 14 rebotes. Cinco puntos seguidos de Klay Thompson y el buen de Draymond Green parecían suficientes, pero Buddy Hield encestó un triple desde casi el centro del campo para apretar a tres el encuentro y luego no se atrevió a lanzar solo desde la misma posición para ganar el encuentro. Al final, 128-125 en un encuentro de quilates.