Los jugadores del Real Madrid acabaron quemados con el arbitraje de la final de la Copa del Rey de baloncesto. Vamos captó unas imágenes en la que varios jugadores se quejaron amargamente al entrar a los vestuarios una vez finalizada la ceremonia de la entrega de premios, en la que se coronó el Barça tras ganar en una prórroga muy polémcia 93-94. El más explícito fue el capitán Felipe Reyes: “Vaya puto robo, que lo vea todo el mundo. Son dos años seguidos (el año pasado pidieron una falta en el últimos segundo sobre Taylor). Descarado. Es tapón clarísimo, me cago en la puta”.
Rudy Fernández, de forma más pausada, también hizo una dura crítica sin importarle la presencia de las cámaras: “Es una vergüenza, chaval”.