Álex Abrines ha sido cortado por Oklahoma City Thunder, la franquicia con la que ha permanecido en la NBA desde el día en el que llegó a la liga norteamericana.

La noticia ha sido adelantada por Shams Charania (The Athletic). Otro periodista, Royce Young (ESPN), apunta a que la decisión ha llegado de mutuo acuerdo para que el jugador se centre en un problema de índole personal.

Y es que Abrines lleva desde Navidad entrando y saliendo y sólo habiendo jugado dos encuentros (el 29 de enero ante los Magic y el 1 de febrero ante los Heat) por culpa de este problema, que no se ha explicado de forma pública.

Abrines pasa a ser agente libre (en verano, restringido), uno de los muchos que ya lo son tras el cierre del mercado de traspasos que ha tenido lugar esta misma semana, pero sería aventurado pensar más allá del ahora teniendo en cuenta la preocupación que deja en muchos aficionados de la NBA su situación personal no argumentada.

Brett Dawson, uno de los periodistas que sigue la actualidad del equipo, recalca que no hay "frustración" en el despido "porque no haya podido estar disponible", sino al contrario: "le van a seguir apoyando", simplemente ambas partes han creído que era mejor que no hiciera un esfuerzo por jugar en vez de tratar el problema al 100%. 

Abrines llegó a la NBA en 2016. Había sido elegido por los Thunder en el Draft de 2013, pero alargó su etapa en el Barcelona antes de llegar a Estados Unidos. De Palma de Mallorca y formado en la cantera del Unicaja, Abrines es uno de los puntales de la Selección Española de Sergio Scariolo a la que él mismo aseguró que se quería unir de nuevo para el Mundial de China 2019.

El escolta había ganado presencia a la hora de suplir a Andre Roberson, todavía de baja por una lesión grave, en la rotación de Billy Donovan. Esta temporada estaba muy cerca de sus promedios en la NBA: 5,3 puntos por partido.