Memphis Grizzlies retirará el dorsal número 33 de Marc Gasol. Así lo ha anunciado Robert Pera, propietario de la franquicia, en un comunicado de agradecimiento y reconocimiento a la labor desarrollada por el internacional español durante las últimas diez temporadas y media. La ceremonia se realizará ya la próxima campaña.

"El impacto que ha tenido en este equipo y en la ciudad perdurarán. Estamos deseando que llegue el día en el que le demos de nuevo la bienvenida a casa, a Memphis, donde su camiseta con el número 33 colgará en el techo del FedExForum junto a las de Zach (Randolph) y Tony (Allen)", rezaba la nota publicada este viernes, un día después del traspaso del pívot a Toronto Raptors por Jonas Valanciunas, Delon Wright, CJ Miles y una segunda ronda de draft (2024).

Más que baloncesto

"Marc ha sido un dedicado compañero, jugador estrella y un pilar de este equipo durante las últimas 11 temporadas. Juega con corazón y pasión por el juego, los que ha ayudado a llevar a esta franquicia a siete apariciones consecutivas en los playoffs. Pero lo que Marc ha hecho por esta organización es más que baloncesto. Fue parte de un núcleo de jugadores que contribuyeron a moldear la identidad de esta franquicia dentro y fuera de la franquicia y que fueron acogidos por la ciudad de Memphis en su conjunto. En nombre de esta organización, me gustaría agradecerle su sangre, sudor y dedicación a los Grizzlies y a Memphis", continuó Pera.

La historia de Marc con Memphis y los Grizzlies comenzó antes de su salto a la NBA. El mediano de los Gasol se trasladó a la ciudad de Elvis con tan solo 16 años, cuando Pau dada sus primeros pasos en Liga en 2001. Allí estudió hasta 2013 en el Lausanne School: en su última etapa de instituto llevó al equipo al segundo puesto del torneo estatal, el mejor resultado de siempre en la escuela. "Memphis es mi casa. Llegué allí a los 16, tengo muchos amigos, conozco la ciudad de cabo a rabo, es donde he crecido y donde me he hecho hombre", confesaba el center en un reportaje hace unos años en Movistar+. 

Líder histórico en Memphis

Su vuelta a España fue un breve paréntesis. El Barcelona y el Girona, principalmente, fueron sus mejores escaparates para que los Lakers primero lo draftearan en segunda ronda en el puesto 48 global y luego lo traspasaran a los Grizzlies en la operación que llevó a su hermano a la ciudad angelina. Sus 11,9 puntos de su primera temporada fueron solo un pequeño aperitivo de lo que vendría después... y fue mucho. Líder histórico en minutos (25.917), puntos (11.684), rebotes defensivos (4.624) y totales (5.942) y tapones (1.135), fue pieza clave de ese Grit and Grind rocoso y poco estético, pero efectivo, que llevó al equipo a sus mejores campañas de siempre con siete participaciones seguidas en los playoffs, con una final de la Conferencia Oeste incluida.

"Mi relación con los Grizzlies quizá cambie, pero con Memphis no", declaraba días antes de pasar de la Conferencia Oeste a la Este y de conocerse que será el primer jugador español de la historia que vea su camiseta en lo alto de un pabellón de la NBA. Eterna. Admirada. Un pequeño tributo para una relación que va más allá de los números, las victorias y las derrotas. Es una declaración de amor inmortal que pocos, muy pocos reciben. "La ciudad de Memphis fue bendecida con unos de los mejores jugadores y compañeros de equipo que conozco. ¡Pasar de una escuela secundaria local al All Star! ¡Tú y tu familia nos dejaron recuerdos increíbles y serán extrañados más de lo que creen! En nombre de toda la ciudad: gracias, Marc Gasol". Palabras de Mike Miller que resumen todo lo que fue, es y será en Tennessee.