Los Philadelphia 76ers siguen con paso firme desde la llegada de Jimmy Butler. Sólo han perdido dos partidos desde entonces: el primero en Orlando y la sorprendente y única derrota en casa de esta temporada ante los Cavaliers. Es cierto que han tenido un calendario bastante amable en estos diez partidos con el ex de Minnesota, pero también ha sido tiempo para que Butler se acostumbrase a su nuevo equipo. Ahora tienen por delante dos salidas tremendas (Toronto y Detroit), pero parece que les llegan en su mejor momento de la temporada.

Los Sixers ahora mismo sí que parecen un equipo bien conjuntado, con las ideas claras y los recursos necesarios para no venirse abajo en algunos tramos de partido. Algo que les estaba pasando al principio de temporada y que les dejó sin varias victorias. Los de Philadelphia empiezan a jugar como se supone que quieren hacerlo y la adaptación de Jimmy Butler de momento va viento en popa.

La nueva estrella de los Sixers fue una de las claves para la victoria local. Él (21+3+2) y J.J. Redick (24+3) fueron quienes mantuvieron vivo a su equipo en los peores momentos, cuando los Grizzlies apretaron en el último cuarto buscando dar la vuelta al marcador. La pareja estrella Embiid-Simmons se mantuvo esta vez en un segundo plano, ¡bendito segundo plano!, que ya quisieran muchos equipos: 15+14+3 para el primero, 19+12+6 para el segundo.

Los Grizzlies se mantienen en la zona media de playoffs, aunque han dejado atrás la espectacular racha que les llevó a ponerse líderes. Casi pierden lo mismo que ganan (6-4 en los últimos 10) y la pareja Gasol-Conley ya no funciona como un reloj cada partido. Esta vez fue el español quien estuvo más flojo (12+4+3, 4/14 en tiros), mientras que el base aportó 21 puntos y 5 asistencias. El héroe del último día en Brooklyn, Jaren Jackson Jr., sólo jugó 23 minutos por problemas de faltas, aunque le dio tiempo a acabar con 17 puntos, 3 rebotes y 3 tapones.