Los Minnesota Timberwolves, ya se puede decir bien alto, son otro equipo desde que se marchó Jimmy Butler. Desde su traspaso han ganado 6 de los 8 partidos que han jugado y Karl-Anthony Towns vuelve a ser el líder del equipo y el pívot dominante que parecía haber desaparecido.

Anoche acabó con 21 puntos y 10 rebotes. En estos últimos ocho partidos promedia 22,5 puntos (2,6 más que con Butler), 14,2 rebotes (3,6 más) y está tirando con un 54,8% de acierto (9,8% mejor). No se puede decir lo mismo de Andrew Wiggins, que si que jugó los primeros partidos sin el escolta a buen nivel, pero que ha vuelto a entrar en un bache tremendo en el que está tirando fatal. Esta vez fue un 4/11 en tiros de campo, 1/4 en triples.

Las buenas noticias es que con la salida de Butler ha llegado un jugador que está rindiendo desde el minuto uno. Robert Covington se ha adaptado a la perfección al juego de los Wolves y ya es un jugador imprescindible para su equipo. Ante los Cavs fue el mejor, con 24 puntos (4/7 en triples) y 7 rebotes. A Saric, el otro jugador que entró en el traspaso, le está costando bastante más. No es que no aporte nada (incluso ha hecho algún partido de mérito), pero en general no está funcionando demasiado bien. De momento sale siempre desde el banquillo y suele jugar menos que Taj Gibson. La irregularidad del croata, que ya le empezaba a señalar en los Sixers, sigue siendo su talón de aquiles en su nuevo equipo.

Los Cavaliers regresaron a la derrota después de ganar dos partidos seguidos ante rivales muy superiores (Sixers y Rockets). Lo que sí vivieron fue el mejor partido de la temporada de Korver, ahora que vuelve a sonar con fuerza como posible refuerzo de los Sixers. 22 puntos en 21 minutos para él, con un estupendo 6/9 en triples.