La exhibición de fundamentos de Aldridge da tregua a los Spurs

Los Spurs recuperan terreno. Lo hacen en Indiana con un partidazo de una de las dos grandes estrellas que tiene Gregg Popovich a día de hoy, LaMarcus Aldridge. El ala-pívot se salió y su equipo se lo agradeció con una victoria que les devuelve a la vida tras una racha que les había dejado 8-9, por debajo del 50% de balance de victorias-derrotas.

Los Pacers están sufriendo sobremanera la baja por lesión de su máximo anotador, Victor Oladipo, aunque en este encuentro no ha sido ése el problema principal.

Los Spurs comenzaron muy metidos, sobre todo Aldridge. El emparejamiento con Sabonis fue un visto y no visto porque anotó en casi todas las jugadas. LaMarcus era imparable en el poste bajo, nada más que lamerse las heridas podía hacer el lituano. McMillan cambió posteriormente a Turner como defensor, algo que surtió un efecto muy mínimo ya que el '12' estaba de dulce.

San Antonio empezó arrasando. El parcial de 9-22 fue revertido con la ayuda, precisamente, de Sabonis y los intentos a trompicones de Bogdanovic y Leaf. Se acercaron y se pusieron a tres los locales, pero un triple de Patty Mills sobre la bocina que daba carpetazo al primer cuarto hizo más daño de lo que parecía. A partir de ahí los Spurs sí controlaron en términos de marcador a su rival durante el resto del encuentro.

Forbes supo llevar a sus compañeros y los de Gregg Popovich estuvieron bastante tranquilos en la segunda parte. La aportación de Holiday y Joseph fue más positiva que negativa, pero los de Indianápolis estaban ya muy lejos de un rival que leyó bien las opciones y el discurrir del partido en casi todo momento.

La victoria era necesaria para los Spurs, que siguen sin contar con Pau Gasol por lesión de éste. LaMarcus Aldridge, compañero de pintura del español, hizo un trabajazo y se fue con 33 puntos y 14 rebotes. Es sólo la tercera victoria en los últimos diez partidos, lo que habla a las claras de lo presionados que estaban los texanos por sumar una más en su casillero.