JR admite el tanking de los Cavs: "El objetivo no es ganar partidos"
"No se trata de sumar el mayor número de victorias", asegura el escolta, que no juega, quiere un traspaso y no acepta negociar un buyout.
Los Cavaliers post LeBron James están 2-13, son el peor equipo de la NBA y apenas compiten la mayoría de noches. Kevin Love firmó una extensión por cuatro años y 120 millones después de la salida de LeBron. Era el nuevo referente de una franquicia que vendió que intentaría no pasar por un proceso de reconstrucción demasiado traumático. Pero tal cosa era casi imposible, con un equipo corto de talento y con un grupo de veteranos, la mayoría campeones en 2016, que ya no tenían demasiado sentido en el nuevo proyecto.
Uno de ellos es JR Smith, que llegó a la franquicia en enero de 2015 y jugó cuatro Finales con LeBron, incluido el ya mítico título de 2016 y su histórico error en 2018, cuando no se dio cuenta de que el primer partido estaba empatado y no trató de evitar, tras un rebote de ataque, la prórroga en la que los Warriors pusieron el 1-0, camino de la barrida (4-0).
Ahora JR ocupa un lugar extraño en unos Cavs que han perdido a Kevin Love por lesión y que desde luego han optado por mirar al futuro, al desarrollo de los jóvenes (Collin Sexton, Cedi Osman) y al próximo draft, donde necesitan ser top 10 para mantener su pick y donde los peores equipos ya miran a las joyas de Duke: Barrett, Williamson y Reddish.
El tanking parece la opción obvia pero no siempre hay jugadores que se refieren a ello de forma tan clara como JR, en conversación con el periodista Jason Lloyd y en una situación complicada: ha pedido dos veces ser traspasado pero los Cavaliers quieren negociar un buyout al que él se niega. Y tampoco quiere jugar para no ganar... y tiene contrato para esta temporada (14,7 millones) y la próxima (15,6).
Sus palabras no gustarán, ni en su equipo ni tal vez en la propia NBA: “No creo que el objetivo del equipo sea ganar. No jugamos para sumar el mayor número posible de victorias. Queremos desarrollar a los jóvenes, perder partidos y conseguir elecciones altas de draft. En realidad ese ha sido siempre el plan”. Otro veterano, el base George Hill que llegó en el pasado mercado invernal, refuerza las palabras del escolta: “En verano se vende otra cosa porque hay que ser políticamente correctos pero el plan era el que era ya antes del primer partido de la temporada”. Así de dura es la vida sin un LeBron que mañana jugará su único partido de la temporada en el Quicken Loans de Cleveland, la que fue su casa durante los últimos cuatro años y durante once totales en su carrera NBA.