Los Blazers, después de su demoledora eliminación de los últimos playoffs ante los Pelicans (0-4 en primera ronda), siguen con su saludable inicio de temporada: 9-3 después de manejar (116-105) a unos Clippers (6-5) que enseñaron la que es su identidad desde que acabó la era del big three. Buenos jugadores pero ninguna gran estrella; Actitud, competitividad, minutos de buen nivel... y derrotas contra los equipos que son en definitiva mejores.

Entre ellos estos Blazers que, como no podía ser de otra manera por sus limitaciones salariales, están encontrando dentro los cimientos para un salto de calidad del que depende un proyecto que no puede seguir estancado pero que, está quedando demostrado, seguirá siendo muy competitivo en Regular Season, especialmente en su pista. La muñeca de Nick Stauskas y el trabajo de Zach Collins (número 10 del draft de 2017) están dando nuevas opciones a un equipo que tenía muy exprimido su plan A, que sigue liderado por Damian Lillard (25 puntos, 4 asistencias) y CJ McCollum (23+2).

Los Clippers volvieron mil veces al partido pero se quedaron finalmente cortos. Estuvieron 37-28, 81-70 y 96-85... Pero finalmente 105-99 a cuatro minutos del final. No bastó a pesar de los 20 puntos de Gallinari y Lou Williams y los 19 de Montrezl Harrell y el base rookie Shai Gilgeous-Alexander, que está dejando unas excelentes sensaciones en este arranque de temporada.