Kawhi Leonard desquicia a los Sixers... y a Simmons: 11 pérdidas

Ben Simmons nunca había jugado contra Kawhi Leonard. Y la primera, en la frente. El último Rookie del Año ya sabe lo que es tener delante a un jugador que es como las siete plagas de Egipto, pero con las manos más grandes. Que le pregunten a LeBron James. Kawhi le robó el balón a Simmons en dos de los primeros tres ataques de los Sixers y cuatro veces en total. Y el base australiano acabó con 11 pérdidas (por 10 asistencias, 11 puntos y 8 rebotes). Y los Raptors ganaron a los Sixers (129-112). Son ya doce victorias seguidas en Toronto ante este rival y 19-2 en los últimos partidos. Esto también son cosas del Proceso, no solo la actividad de Embiid en Instagram.

Los Sixers vieron ante sus ojos de lo que es capaz Kawhi (31 puntos con 19 tiros, 7 rebotes, 4 asistencias, 4 robos...), el legítimo aspirante a MVP al que tentaron sin suerte en verano. Ahora, los Raptors están 7-1 (su única derrota, sin él en Milwaukee) con un 6-0 en su pista. Y ellos están 4-4. Cuatro victorias en casa (ante Magic, Bulls, Hornets y Hawks) y cuatro derrotas fuera, donde ya han caído contra Celtics, Bucks y Raptors. Tres equipos que en este arranque de curso parecen mejores que ellos en el Este. Mala cosa. Brett Brown se ha empeñado en que Markelle Fultz (3/10 esta vez para 8 puntos) funcione con una primera unidad en la que falta claramente tiro exterior. De esa apuesta, tozuda, saldrá para bien o para mal buena parte del balance de la temporada de un equipo en el que Simmons echa de menos a los tiradores que le rodeaban en la segunda parte de la campaña pasada (Ilyasova, Belinelli...) y Embiid (31+11) tira de un carro que esta vez convirtió un -26 en el tercer cuarto en un 117-111 a 3:29 del final. Lo siguiente fue un 7-0 en menos de dos minutos, rematado con un triple de Kawhi, que volvió a imponerse en esas acciones decisivas a Simmons.

Los Sixers jugaron muchos minutos sin control, todo lo contrario que los Raptors, para los que Nick Nurse tiene un plan que por ahora funciona como un reloj. Y que no pasa solo por Kawhi. Green está mucho mejor que la temporada pasada en los Spurs. Kyle Lowry (20+12 asistencias, seis partidos seguidos con al menos diez) tiene más gasolina en el depósito de la que creíamos antes del verano. Y Pascal Siakam (15+15), que puede ser all star a medio plazo, avanza hacia su mejor nivel dando problemas a los cuatros contrarios en quintetos en los que no coinciden Ibaka (16+8) y Valanciunas (23+4 en 17 minutos).

Y los Raptors, tras la tremenda desilusión de los playoffs, que parecía definitiva, se han reinventado y vuelven a parecer tan buenos como cualquiera en el Este. Ahora mismo, mejores que unos Sixers que necesitan más para ser todo lo buenos que pensábamos que ya estaban listos para ser.