MOVISTAR ESTUDIANTES-MONTAKIT FUENLABRADA
El Estudiantes gana al Fuenla con una fabuloso Brizuela
El equipo colegial ganó su primer partido este temporada con una actuación soberbia del escolta (25 puntos). Anotó, además, la canasta de la victoria.
Y llegó la primera victoria para el Movistar Estudiantes esta temporada en un fantástico y vibrante derbi ante el Montakit Fuenlabrada, que solo hincó la rodilla a un segundo del final cuando Paco Cruz erró un triple atmosférico que minutos antes sí había embocado. Fue un partido lleno de ritmo, nervios (más para los colegiales por las necesidades reinantes) que tuvo un nombre propio: Darío Brizuela. La mamba vasca estuvo colosal. Se hizo un disfraz con las mejores telas de Edwin Jackson y Sylven Landesberg para conquistar el duelo con 25 puntos (su mejor anotación en Liga Endesa) y con la bandeja del triunfo cuando el partido moría. Antes de iniciarse el curso, reconoció que este debía ser su año. Trabajó de forma voraz en verano (ganó dos kilos de músculo y perdió uno de grasa) para ocupar el hueco dejado por los dos últimos máximos anotadores de la Liga Endesa. Para que buscar fuera cuando lo bueno lo tienes en casa.
Una hora. Es lo que duró la primera parte de este derbi que comenzó lento, tuvo un parón de diez minutos por un problema en el reloj de posesión y continuó con bocados pequeños del Estudiantes. Ni los unos ni los otros veía el camino fácil a canasta: el Estu cerraba los primeros diez minutos con un 27% en el tiro; el Fuenla, con un 16%. Los del sur de Madrid encontraban soluciones inmediatas en Popovic (quién sino) y los colegiales en el brillante estado de forma de Nik Caner-Medley (12 puntos y 12 rebotes) y Brizuela. Mientras, un día más, Clavell se peleaba con el mundo.
Con la primera estocada seria local (12-6), Julbe probó con un Eyenga que aún no había debutado en Liga por lesión. Pero poco o nada cambio el panorama, con una sangría intolerable en el rebote ofensivo (7 de salida cogieron los de Berrocal, 15 al final) con Arteaga (13 tantos y 6 capturas) sacándose la espina de un inicio de curso algo dubitativo. Fue uno de sus mejores encuentros como colegial. "Joder, coger el p... rebote", "a la mierda la táctica si no corremos", espetaba airado el entrenador fuenlabreño a sus pupilos, que se quedaron secos en anotación casi durante seis minutos. Solo Cruz (espectacular con 18 tantos) y Rupnik (dos asistencias suyas fueron pura fantasía) encontraban la ruta después de la sonora pitada que recibió Nogueira al salir a cancha.
La polémica por los derechos del brasileño (firma aquí, firma allá) pica en la afición estudiantil y Nogueira se sintió extraño. En territorio hostil. Esa había sido su grada. Ahora, era el enemigo y trató de enfrentarse a las olas, pero se ahogó: enganchada con la Demencia tras un mate y fin. Solo esos dos puntos y buena presencia defensiva en los ocho minutos (todos en la primera parte) que jugó. Se le nota perdido, enfadado con el mundo y nada centrado. Crecer está en él, pero el recorrido parece largo.
Arteaga ponía la máxima del encuentro (27-14) a mediados del segundo cuarto, pero el Fuenla lograba coger aire, para dar manotazos indiscriminados tras el descanso (33-25). Si en los 20 minutos iniciales, había alcanzado solo 25 tantos; en la siguiente decena llegaba a los 28 con el fiable Tomás Bellas a los mandos. Popovic daba la vuelta al marcador (38-39, min. 15) y comenzaba el show de Brizuela. Berrocal ponía el mundo en sus manos y él colocaba la cruz en toda la pista: doce puntos en el tercer cuarto, ocho en el último y esa canasta que sabe muy dulce para los estudiantiles, tristes tras la eliminación de la Champions y la derrota en el debut liguero en casa frente al Manresa