Quino Colom cumplirá 30 años el 1 de noviembre y lleva en el baloncesto profesional desde 2006, cuando debutó con el CAI Zaragoza después de formarse en las categorías del Andorra (su ciudad natal) y el Lleida. Después pasó por L’Hospitalet, Fuenlabrada, Estudiantes y Bilbao Basket, pero su explosión al mejor nivel llegó en el UNICS Kazan, donde jugó desde 2015 hasta el pasado verano y donde se confirmó como uno de los mejores bases de la Eurocup antes de fichar por el Bahçesehir turco.

Pero para muchos entre el gran público, Colom es el base de las Ventanas. Después de sus medallas en categorías inferiores (bronce en Europeos tanto Sub-18 como Sub-20), el nuevo sistema de la FIBA le convirtió en uno de los referentes de una Selección que arrancó el camino hacia un Mundial 2019 que ya acaricia sin ningún jugador de NBA ni Euroliga. Colom ha sido el líder en pista de España en la fase de clasificación (ya cuatro Ventanas: ocho partidos) y tiene opciones de que Sergio Scariolo, al que le gustaría premiar de alguna manera al bloque que ha estado sacando las castañas del fuego, cuente con él como tercer base en china.

Si la última gran imagen de los aficionados fue el canastón con el que salvó a la Selección ante Eslovenia el pasado 17 de septiembre, su debut en la Liga turca con el Bahçesehir ha demostrado que está en un momento absolutamente dulce: 32 puntos y 3 rebotes con 7 triples anotados en la victoria de su equipo (88-79) ante el Afyonkarahisar.