Sin LeBron, ¿quién es el mejor jugador de la Conferencia Este?
La marcha de LeBron a los Lakers deja vacío el trono del Este. Y, por mucho que el Oeste sea más, hay una notable lista de pretendientes.
Desde que el 1 de julio (20:19 Costa Este, ya 2 de julio en España) LeBron James anunciara que su nuevo equipo iba a ser Los Angeles Lakers se ha abierto un nuevo debate en la NBA, uno que no había existido en los últimos años: ¿quién es el mejor jugador de la Conferencia Este? Más allá de que el cambio de LeBron profundiza la brecha (y no solo la psicológica) entre las dos Conferencias, en el Este sigue habiendo mucho talento con algunos de los mejores jugadores de la liga (de los que todavía no están en los Warriors, claro). Haciendo un repaso mental a las plantillas para la temporada 2018-19, podríamos partir de una primera selección que podría ser así:
BASES: Kyrie Irving, John Wall, Ben Simmons, Kyle Lowry, Kemba Walker y Goran Dragic.
ESCOLTAS: Victor Oladipo, Bradley Beal y Khris Middleton.
ALEROS: Giannis Antetokounmpo, Kawhi Leonard, Gordon Hayward y Jayson Tatum.
ALA-PÍVOTS: Kristaps Porzingis, Kevin Love y Blake Griffin.
PÍVOTS: Joel Embiid, Al Horford y Andre Drummond.
Más allá de todo lo que hay en el Oeste, el mejor equipo que se podría formar del Este sigue siendo extraordinario pero el trono del rey de esa Conferencia busca nuevo dueño. De entre esa lista recién citada, estos son los que más argumentos tienen para aspirar ya a él, a la cabeza el que para mí es lo más parecido a un heredero natural del propio LeBron, al menos en cuanto a incidencia integral en el juego:
8. BEN SIMMONS. Llegará también el momento de Jayson Tatum, que no está muy lejos ya de poder ingresar en esta lista. Pero de momento, el hueco para el sophomore se lo merece más un Ben Simmons cuyas contradicciones son tan integrales en su forma de jugar como sus enormes virtudes. Pero son las primeras las que finalmente podrían separarle de ser a largo plazo uno de los cinco mejores jugadores de la NBA. Como mínimo.
7. VICTOR OLADIPO. 23,1 puntos, 5,2 rebotes, 4,3 asistencias y 2,4 robos en la temporada 2017-18, Jugador Más Mejorado, integrante del Mejor Quinteto Defensivo y all star por primera vez en su carrera. En su primer año en Indiana Pacers, donde confiaban tanto en él que nos hicieron tragar nuestras burlas tras el trade de Paul George, Oladipo nos recordó que es, al fin y al cabo, un número 2 de draft. Después de sus altibajos en Orlando y su nula integración en los Thunder, y con 26 años, su explosión fue descomunal. A este nivel, es un jugador ya determinante. Si sigue dando pasos adelante, su techo puede estar a año luz del que le imaginábamos hace solo doce meses.
6. JOHN WALL. A unos días de cumplir 28 años, John Wall afronta un año que va a ser determinante para que sepamos por fin cuánto podemos esperar de él. Si retoma el camino a partir del jugador que fue en la temporada 2016-17 aspiraría a ser definitivamente una mega estrella. La temporada pasada quedó marcada para él por los problemas de rodilla y el mal ambiente en el vestuario de unos Wizards donde es el líder, para bien o para mal. La marcha de su equipo, por cierto, será inseparable de la suya. Por eso es el rostro de la franquicia y por eso firmó una extensión por 170 millones hace trece meses.
5. AL HORFORD. A los fans de los Celtics les gustaría ver en esta lista hasta a Semi Ojeleye, pero Al Horford desde luego merece estar. Sus estadísticas ni se acercan a su trascendencia en el juego y siempre le ha faltado un descorche definitivo en ataque para ser un jugador de gran público. Pero es extraordinario, inteligente y muy determinante en defensa. Material de primera para el cerebro genial de Brad Stevens.
4. KYRIE IRVING. Kyrie tiene un anillo. E hizo cosas asombrosas para conseguirlo. Kyrie es uno de los jugadores más estéticos de la historia, uno de los mejores manejadores de bola que ha conocido el baloncesto y un jugador capaz de anotar cualquier canasta. Literalmente. También tiene unos recurrentes problemas de rodilla que trata de dejar atrás para estar en plenitud también cuando las temporadas avanzan de forma inmisericorde. Kyrie es un jugador capaz de ganar cualquier partido por sí solo. Pero también es, creo, menos influyente de forma integral en el juego que los tres que están por delante de él en la lista y que llegan a continuación.
3. JOEL EMBIID. Joel Embiid tiene el potencial de ser determinante en niveles históricos. Es muy bueno y lo sabe. Pero la eliminatoria ante los Celtics le demostró que quizá no lo es todavía tanto como se cree... o que sencillamente solo ha sumado hasta ahora una temporada a plena potencia en la liga. Si crece, no se conforma, no se distrae y (toquemos madera) no se lesiona, va a ser tan bueno como quiera ser. Tan bueno como cualquiera. En ataque y en defensa.
2. KAWHI LEONARD. Roza el primer puesto. De hecho el último Kawhi al que vimos jugar en plenitud (2016-17) era uno de los cuatro o (máximo) cinco mejores jugadores de la NBA. Pero entre los misterios de su musculatura y la extraña narrativa que empieza a rodearle, necesita que su estancia en Toronto (dure lo que dure, que podría durar mucho) le sirva como revitalizante. Si es así, se trata de un defensor implacable y un anotador de eficiencia asombrosa. Un súper clase.
1. GIANNIS ANTETOKOUNMPO. Tiene 23 años, es dos veces all star y su nombre significa literalmente “el rey del otro lado del mar”. La opinión general es que la llegada de Budenholzer (y, básicamente, tener por primera vez un buen entrenador) dará un penúltimo impulso a un jugador arrebatador. El último, el definitivo, depende de su capacidad para crearse un tiro como mínimo fiable de media y larga distancia. La pasada temporada promedió 26,9 puntos, 10 rebotes y 4,8 asistencias. Cada vez más inteligente y más influyente en el juego de ataque, es terrorífico como defensor de ayudas y coberturas (mejor que Kawhi) y muy bueno en uno contra uno (aunque no tan bueno como Kawhi). Sumado todo y si aplicamos un nuevo crecimiento como el que ha ido experimentado año tras año (ya cinco en la NBA)... el nuevo rey del Este puede ser griego.